El parque edificado español es altamente ineficiente. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Miteco) afirma que el 75% de los edificios no cumple con criterios de sostenibilidad o eficiencia energética.
Para paliar esta situación y, hacer frente a los compromisos con Europa –que establecen la descarbonización del parque edificado para el año 2050–, se deberían rehabilitar 7 millones de viviendas, según cálculos del Ejecutivo. Pero este plan podría verse comprometido por la crisis de las materias primas y la energía –que se ha visto agravada por el conflicto bélico en Ucrania– y por la falta de mano de obra cualificada.
Según la Confederación Nacional de la Construcción, CNC, haría falta incorporar al sector a más de 700.000 trabajadores cualificados para poder hacer frente al incremento en el ritmo de las rehabilitaciones. Sin embargo, la falta de atractivo está dificultando la captación de talento, especialmente entre los jóvenes y las mujeres.
“Es una de las mayores preocupaciones del sector de la construcción en estos momentos. Para poder abordar la descarbonización del parque edificado con garantías necesitamos contar con profesionales altamente especializados, capaces de ejecutar las actuaciones de rehabilitación energética que demandan desde Europa”, afirma Gonzalo Causin, presidente de AIFIm, Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización.
Desde la asociación recuerdan que los fabricantes de materiales para la construcción, y en especial aquellas empresas del sector de la impermeabilización, han realizado un importante esfuerzo en I+D+i para ofrecer al mercado soluciones cada vez más sostenibles, capaces de reducir la huella ambiental del edificio a lo largo de todo su ciclo de vida.
“En la actualidad, contamos con sistemas para la impermeabilización de última generación, fabricados con criterios de circularidad, donde se ha tenido en cuenta tanto su impacto ambiental durante la fabricación (carbono embebido), como su capacidad para contribuir a la reducción de la demanda de energía durante la vida útil del edificio (carbono operacional). Por lo tanto, hablamos de soluciones capaces de mejorar el rendimiento energético del edificio, además de garantizar la protección de la cubierta frente a las inclemencias del tiempo”, afirma Causin.
Sin embargo, la ausencia de mano de obra cualificada, capaz de realizar una correcta instalación de estas soluciones, podría comprometer su funcionamiento.
AIFIm señala como uno de los problemas más importantes para el sector de la rehabilitación la falta de trabajadores especializados, que puedan “garantizar que, tras la colocación de un sistema de impermeabilización, este va a cumplir con todas las especificaciones del fabricante”.
“Para nosotros es primordial contar con profesionales especializados en la instalación de nuestros sistemas. Es la única manera de poder asegurar que una cubierta cumpla con los requisitos esperados de seguridad, salud, confort y eficiencia”, explica el presidente de AIFIm.
“Un sistema excelente puede no servir de mucho ante una mala instalación, por eso reclamamos una mayor apuesta por la formación, que ya se aborda desde las escuelas o academias de los propios fabricantes. En este sentido, pensamos que los fondos Next Generation pueden contribuir a crear un sector más moderno y atractivo, capaz de atraer a los mejores profesionales”, concluye.
La asociación de fabricantes de impermeabilización trabaja de la mano con otras entidades del sector para fomentar el intercambio de conocimiento entre los diferentes profesionales.
AIFIm colabora estrechamente con ANEDI, la Asociación Nacional de Especialistas en Impermeabilización, creando sinergias y puntos de encuentro entre fabricantes e instaladores.
Recientemente se ha editado la Guía sobre impermeabilización, que ofrece un marco de referencia para los profesionales del sector. Asimismo, se está trabajando en el ámbito de la formación, tendiendo puentes para que empresas fabricantes e instaladores puedan intercambiar experiencias y ampliar sus conocimientos.
Además, desde ANEDI se ha impulsado un mecanismo de certificación para especialistas en impermeabilización.
La individualización de consumos mejora la eficiencia energética del 80% de los edificios españoles