AENA, el gestor aeroportuario público, ha anunciado que se encuentra en la búsqueda de un bufete de abogados para la negociación del nuevo convenio colectivo para sus casi 8.800 empleados.
Si bien el marco actual tiene validez hasta el 31 de diciembre de este año, de acuerdo a la publicación del I Convenio Colectivo del Grupo AENA en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 20 de diciembre de 2011, la compañía no quiere esperar hasta última hora.
De hecho, AENA recuerda que la presentación de la primera oferta y la negociación debe comenzar en el primer semestre del año 2021, con los trámites necesarios para la sustitución de la norma convencional.
Por tanto, según estos mismos plazos, a partir del mes de junio se conocerá cuál es la propuesta de AENA y si se ha formado la plataforma de convenio colectivo para llevar a cabo la negociación, que estará marcada indudablemente por las nuevas condiciones que el coronavirus ha dejado en el sector.
El motivo del expediente es la contratación de un servicio de asesoramiento jurídico para la consultoría y planificación estratégica de los diferentes hitos que se generen durante todas las fases del nuevo convenio colectivo. El proceso afectará a los más de 8.800 empleados que AENA tiene en plantilla.
El importe total máximo de la contratación será de 200.000 euros para los 18 meses de ejecución del contrato. Fuentes de AENA consultadas por Economía Digital recuerdan que el asesoramiento de distintas firmas especializadas es una práctica habitual, pese a que la compañía ya cuenta con su propio gabinete jurídico.
Del convenio colectivo a los alquileres
El casting lo realiza en medio de la polémica por los alquileres en los aeropuertos y la incertidumbre sobre si su presidente, Maurici Lucena, se mantendrá al frente de la empresa.
El nuevo convenio colectivo llega en medio de unos meses convulsos para AENA. La crisis del covid ha hundido los niveles de tráfico aéreo y también ha recortado los ingresos comerciales de la compañía.
Basta con repasar las principales cifras de la compañía a cierre del tercer trimestre. Las pérdidas acumuladas entre enero y septiembre superan los 107 millones de euros, frente a los 1.114,2 millones en beneficios que ganó un año antes. En el plano operativo, el descenso de viajeros se tradujo en una caída del 72% en 2020 (200 millones de pasajeros menos) respecto al año anterior.
La crisis epidemiológica también ha afectado a los ingresos de sus inquilinos, que ahora buscan una mejora en sus condiciones como arrendatarios para adaptarse a la futura situación en este 2021. Aena ha lanzado una oferta, pero la mayoría de inquilinos no la ha aceptado, lo que deja el futuro en manos de los tribunales.
Otro tema de calado en la compañía es el futuro de su presidente y consejero delegado, Maurici Lucena. El máximo responsable de la compañía ha anunciado su intención de dejar el cargo si el candidato del PSC, Salvador Illa, gana las elecciones de Cataluña.
La decisión de Lucena, que se conoció a finales de enero, cayó como una auténtica bomba. La noticia fue adelantada por el propio Illa, lo que obligó a la compañía a reconocer abiertamente ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que su presidente estaba dispuesto a renunciar al cargo.
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