El aumento de más del 15% del coste de la cesta de la compra en el último año, el precio de la luz en máximos históricos o la subida del precio de la gasolina han hecho que los gastos domésticos sean cada vez mayores, un hecho que dificulta la capacidad de ahorro de las familias españolas, a pesar de que en el pasado año se registró la tasa de ahorro más alta en España en los últimos años, que casi rozaba el 15%, según datos del INE.
Una cultura de ahorro, cuya importancia se conmemora este domingo, 31 de octubre, con la celebración del Día Mundial del Ahorro, una jornada impulsada para concienciar a las personas sobre la necesidad de ahorrar en el día a día para el medio-largo plazo y convertirlo en un hábito que se puede empezar a adquirir desde edades tempranas.
La cultura del ahorro parece haber calado entre los jóvenes españoles, donde el 88% afirma tener ahorros, mientras que apenas un 5% asegura no tener ningún interés en ahorrar para su futuro, según el estudio ‘La Educación Financiera en los adolescentes españoles’, realizado por UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios), entidad especialista en financiación sostenible de la vivienda, a más de 800 adolescentes de entre 15 y 18 años en toda España.
Este informe también refleja los métodos preferidos por los jóvenes a la hora de ahorrar: 4 de cada 10 guardan su dinero en una cuenta corriente, seguido del 26% que opta por la tradicional hucha, sobre todo las chicas y residentes en zonas rurales, mientras que el 12% prefiere que sean sus padres quienes guarden sus ahorros.
¿Para qué ahorran los jóvenes españoles?
La gran mayoría afirma querer tener su casa propia cuando sean mayores, y, por tanto, son conscientes de la necesidad de ahorrar para lograrlo. Un 27% de ellos son muy optimistas y esperan, llegado el momento, pagar directamente su casa con sus ahorros.
No obstante, los adolescentes españoles parecen ser conscientes del importante desembolso que supone la compra de un inmueble y más de la mitad afirma que la pagarían poco a poco con su trabajo.
En cuanto al precio que estarían dispuestos a pagar por su vivienda, más del 70% de los adolescentes pagaría entre 50.000 y 200.000 euros.
A partir de esta cantidad, solo un 15% estaría dispuesto a desembolsar entre 200.000 y 300.000 euros y un 10% pagaría más de 300.000 euros, especialmente los chicos, más dispuestos que las chicas a afrontar un coste superior.
Un hábito de ahorrar que no solo implica la gestión del dinero, sino que también abarca otros factores, como llevar a cabo prácticas de ahorro en casa y evitar así el derroche energético para contribuir así al ahorro doméstico.
Consultados por estas buenas prácticas, los adolescentes aseguran apagar las luces cuando no son necesarias (80 %), cerrar el grifo mientras se lavan los dientes, apagar la TV y otros aparatos mientras no los usan (70%), ducharse en lugar de bañarse (69%) y no poner la calefacción o el aire acondicionado si no es estrictamente necesario (68%). Unos hábitos que, según este estudio, son más comunes entre las chicas.
Estas buenas prácticas no solo contribuyen al ahorro en la familia, también ayudan a mejorar el impacto medioambiental de los hogares, un ámbito de preocupación para los adolescentes españoles, que cabe también mencionar en el marco de la celebración del Día Mundial de las Ciudades, el domingo 31 de octubre, para concienciar de un desarrollo urbano en base a ciudades inclusivas, seguras y sostenibles, como recoge el ODS 11.
En esta línea, 8 de cada 10 adolescentes consultados ven importante hacer un buen uso de la energía en casa para contribuir al ahorro energético y la sostenibilidad desde el hogar.
Y, además, señalan el reciclaje como factor esencial para reducir el impacto medioambiental, mientras que un discreto 22% considera que la solución para la mejora de la sostenibilidad en casa pasa también por la rehabilitación de las viviendas.
Preguntados sobre a quién corresponde la educación financiera de los jóvenes, los propios adolescentes tienen una opinión muy dividida: el 44% considera que corresponde a sus progenitores, un 37% opina que es responsabilidad conjunta entre los padres y profesores y solo un 16% cree es tarea exclusiva del colegio o instituto.
Para Natalia Hernando, responsable de RSC de UCI, “es imprescindible infundir una cultura de ahorro a nuestros niños y jóvenes para que adquieran este hábito y lo incorporen en su día a día. Es importante enseñarles a valorar el dinero, fijando un presupuesto máximo de gasto al mes, creando listas de gastos fijos y variables o transmitiéndoles que no pueden vivir en una situación de deudas”.
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