¿Qué extranjeros compran más propiedades en España?

El mercado inmobiliario es un pilar de la economía española. Aunque fue uno de los detonantes de la crisis, el sector ha pasado una reestructuración completa que ha encontrado en los inversionistas internacionales un gran aliado para su repunte. No en vano, el 13,25 por ciento de las operaciones de compra en 2016 han sido realizadas por un comprador extranjero, lo que representa la tasa más alta de los últimos 10 años, según revelan los datos publicados por el Colegio de Registradores de España.

La adquisición de viviendas por extranjeros comenzó su repunte a partir de 2010, cuando generaban el 4,45 por ciento de las adquisiciones inmobiliarias. Una tasa que ascendió al 6 por ciento en 2011 y al 8,12 por ciento un año después. La curva de crecimiento se mantuvo firme en 2013, cuando se alcanzó el índice del 11,15 por ciento, así como en los ejercicios posteriores, donde representaban el 13 y 13,18 por ciento del mercado (2014 y 2015). Lejos de aminorarse, la tendencia alcanza su punto más alto en 2016 de la mano de los compradores de Reino Unido.

El informe del Colegio de Registradores revela que Reino Unido lidera la compra de inmuebles en el 2016, con el 2,52 por ciento sobre el total de operaciones realizadas en España para ese período (lo que le sitúa con el 19 por ciento de las adquisiciones realizadas por extranjeros). Con menos de la mitad, le sigue en el segundo lugar Francia, que alcanza una cuota del 1,07 por ciento (8,05 por ciento entre los extranjeros) y en el tercero Alemania, con un 1,02 por ciento (7,69 por ciento). En este sentido, el ‘top cinco’ lo cierran Suecia con un 0,89 por ciento (6,72 por ciento) y Bélgica (6,03 por ciento).

En el estudio no se descarta la importancia que han tenido las operaciones realizadas por italianos (0,72 por ciento del total nacional), rumanos (0,60 por ciento) y chinos (0,55 por ciento). Con una ligera participación inferior también están Marruecos (0,43 por ciento), Rusia, que ha despuntado en los últimos años (0,38 por ciento) y Holanda (0,33 por ciento). En esta línea, los que menos peso han logrado en la clasificación son: Suiza (0,17 por ciento), Polonia e Irlanda (0,16 por ciento, cada una), Bulgaría (0,14 por ciento) y Dinamarca (0,13 por ciento).

“La práctica totalidad de las nacionalidades cabeceras presentan un perfil de demandante extranjero con fines fundamentalmente turísticos, a diferencia de lo que caracterizó una buena parte de la demanda extranjera en el anterior ciclo alcista, donde los motivos laborales estaban detrás de un elevado porcentaje de la demanda extranjera. Dentro de las doce primeras nacionalidades probablemente únicamente tres de ellas tienen un perfil fundamentalmente vinculado con la actividad laboral (rumanos, chinos y marroquíes), el resto presentan un perfil claramente vinculado con la demanda de vivienda con fines turísticos”, aclara el estudio.

Es importante destacar que la nacionalidad también condicionará si el inmueble adquirido sea nuevo o de segunda mano. En esta línea, el estudio recuerda que, en el caso de las viviendas usadas, las nacionalidades con mayor peso son argelinos (93,72 por ciento), marroquíes (89,46 por ciento), irlandeses (89,27 por ciento) y franceses (88,83 por ciento). Por el contrario, el mayor peso en compra de vivienda nueva ha correspondido a noruegos (28,46 por ciento), belgas (24,52 por ciento), holandeses (18,96 por ciento) y suecos (18,45 por ciento). “Este desglose de resultados muestra cómo el poder adquisitivo medio de las nacionalidades suele influir en la toma de decisiones de vivienda nueva y usada. En todas las nacionalidades el peso de compra de vivienda usada supera ampliamente al de vivienda nueva”, sentencia.