Venta de purpurina ha sido prohibida por Europa para evitar la contaminación por microplásticos

Con la decisión de la Unión Europea de prohibir la purpurina en cualquier tipo de presentación las tiendas de artículos de fiesta se ven directamente afectadas pues es el producto estrella y lo utiliza para decorar globos de cumpleaños, números y letras para las tartas o carteles decorativos en fiestas. La decisión de Europa le afecta directamente, ya que tendrán que tirar a la basura cerca de 20 botes grandes y lo que más le preocupa, tiene poco más de dos semanas para reconvertir el negocio. 

Algunos han pensado en soluciones como el utilizar rotuladores para poner los nombres en los globos o vinilos, algo que asegura, será mucho más caro y lento para los clientes.

Las fiestas como los carnavales, la Navidad, las fiestas de cumpleaños podrían dejar de brillar de la misma manera a partir de octubre. La Unión Europea quiere que los microplásticos primarios dejen de comercializarse. Se considera microplástico primario aquel que sale de fábrica con un tamaño comprendido entre 5 milímetros y 1 micra. Y la purpurina entra en ese grupo, pero también otros productos como las perlas que se utilizan como exfoliantes en cosmética, suavizantes en detergentes de lavado textiles o las bolitas de caucho que están en las bases de los campos de césped artificial.

 

Alternativas a la purpurina

Entre todos los microplásticos, Europa da un plazo de 20 días para su desaparición a aquellos que considera que tienen una alternativa. Es el caso de la purpurina, que según Roberto Rosal, Catedrático de Ingeniería Química en la Universidad de Alcalá, se puede fabricar también con celulosa, con mica o con otros productos que no implican utilizar los polímeros sintéticos.

En el caso de las bolitas de caucho que cubren los campos de césped artificial, Europa da un plazo mayor para que puedan buscar alternativas a su utilización.

Proteger el medio ambiente

Con esta medida la Unión Europea quiere frenar el impacto que tienen los microplásticos en los ecosistemas pero también en los humanos, algo que aún se desconoce al completo, ya que se han encontrado restos de microplásticos en la sangre humana. Este año se han encontrado microplásticos incluso en el Teide, en Tenerife.

Se cree que esas partículas llegan al mar y a los ríos, o vuelan por el aire. Esos microplásticos son ingeridas por los peces y otros animales, hasta llegar a través de la cadena alimenticia a los humanos. Se estima que en 20 años, solo retirando la purpurina del mercado europeo se puede evitar el vertido de 500.000 toneladas de microplásticos, frenando sus efectos en el planeta. Así quizá el brillo de la purpurina clásica se apagará para arrojar algo de luz a nuestro medio ambiente.