El desconocimiento internacional del régimen de Nicolás Maduro y la juramentación de Juan Guaidó cambian las reglas del juego económico para Venezuela.
Venezuela está en un proceso de incertidumbre y cambio. Durante las últimas semanas, decenas de países han desconocido la legitimidad del régimen de Nicolás Maduro, mientras que han aprobado la juramentación de Juan Guaidó como el presidente interino del país caribeño. Una decisión que, al margen de su importante impacto político e histórico, tendrá una repercusión directa en la economía venezolana.
Uno de los Gobiernos que ha apoyado la juramentación del presidente de la Asamblea Nacional es Estados Unidos. Una decisión que tiene una lectura inmediata: Nicolás Maduro pierde toda posesión sobre los activos venezolanos que estén en territorio estadounidense (así como también sucederá en otros países que han tomado la misma postura que Donald Trump). En este sentido, los ingresos percibidos por la venta y exportación petrolera ya no serán recibidos por Nicolás Maduro o PDVSA, sino que pasarán a las cuentas del nuevo gobierno liderado por la oposición.
Esta es la conclusión a la que llegan los economistas Francisco Rodríguez y Luis Oliveros, quienes aseguraron en sus cuentas en la red social Twitter que el gobierno de Maduro no recibiría un dólar de la venta de petróleo a Estados Unidos.
El control de Citgo también pasaría a manos de Juan Guaidó, por lo que Petróleos de Venezuela tendría que buscar dónde colocar el crudo que procesa en las refinerías que posee en Estados Unidos. Hay que recordar que el mejor cliente que tiene PDVSA es el país presidido por Donald Trump.