
La tensión entre Estados Unidos y Venezuela vuelve a escalar. El expresidente estadounidense Donald Trump ha anunciado este lunes que impondrá aranceles del 25% a cualquier país que compre petróleo o gas de Venezuela. La medida entrará en vigor el 2 de abril, según un comunicado publicado en su red social Truth Social.
Trump justifica esta nueva sanción alegando que el gobierno de Nicolás Maduro ha enviado a Estados Unidos, de manera «deliberada y engañosa», a «decenas de miles de delincuentes de alto nivel», incluyendo asesinos y personas de «naturaleza muy violenta». En este sentido, el expresidente ha señalado específicamente a la organización criminal Tren de Aragua, recientemente designada como Organización Terrorista Extranjera.
«Estamos en proceso de devolverlos a Venezuela. ¡Es una gran tarea! Además, Venezuela ha sido muy hostil hacia Estados Unidos y las libertades que defendemos», expresó Trump en su mensaje.
Este nuevo paquete de medidas se suma a las recientes sanciones comerciales impuestas por Washington, como los aranceles del 25% al acero y al aluminio importado, que entraron en vigor el pasado 12 de marzo y que han provocado una fuerte reacción de la Unión Europea, que ya prepara contramedidas económicas.
Maduro rechaza los aranceles y promete derrotar las sanciones
La respuesta del gobierno de Nicolás Maduro no se ha hecho esperar. Durante un acto transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), el presidente venezolano afirmó que estas sanciones serán «derrotadas» y aseguró que su país «enfrentará y superará cualquier perturbación económica» que intente frenar la recuperación nacional.
«Las sanciones de ayer las derrotamos, y las que vengan las derrotaremos también con trabajo. Podrán sancionar y poner aranceles a lo que les dé la gana, pero lo que no podrán sancionar es el amor y el patriotismo del pueblo venezolano», declaró Maduro.
El mandatario venezolano hizo un llamado a la «máxima unión productiva», instando a empresarios y trabajadores a redoblar esfuerzos para fortalecer la economía del país frente a las sanciones impuestas por Estados Unidos.
Por su parte, el gobierno de Venezuela emitió un comunicado en el que rechaza los aranceles de Trump, calificándolos de «violación flagrante de las normas del comercio internacional» y de «medida arbitraria, ilegal y desesperada». En el documento, la administración de Maduro denuncia que esta decisión confirma «el fracaso rotundo de todas las sanciones impuestas contra Venezuela» y advierte que recurrirá a los organismos internacionales para exigir el respeto a sus derechos comerciales.
Estados Unidos intensifica las deportaciones de migrantes venezolanos
La escalada de tensiones entre ambos países coincide con el aumento de deportaciones de migrantes venezolanos desde Estados Unidos. Este lunes, un cuarto vuelo con 199 personas llegó a Venezuela, según confirmó el ministro de Interior, Diosdado Cabello. Desde febrero, un total de 1.118 migrantes venezolanos han sido repatriados en cinco vuelos, en un proceso que ha generado una fuerte polémica.
Cabe recordar que el pasado 16 de marzo, Washington deportó a más de 200 venezolanos a El Salvador, acusándolos de estar vinculados con el Tren de Aragua. Para justificar la medida, Trump recurrió a la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, una normativa que no se aplicaba desde la Segunda Guerra Mundial.
El gobierno de Maduro ha calificado estas deportaciones como un «vulgar secuestro», denunciando que se han llevado a cabo sin garantizar los derechos humanos ni el debido proceso de los afectados.
Un nuevo capítulo en la crisis entre EE.UU. y Venezuela
La imposición de aranceles sobre el petróleo venezolano y el endurecimiento de la política migratoria de Estados Unidos representan un nuevo punto de inflexión en las tensiones entre Trump y Maduro.
Mientras Washington intensifica su presión económica y refuerza sus políticas de deportación, Caracas responde con discursos de resistencia y llamados a la unidad nacional.
A medida que se acerca el 2 de abril, fecha en la que entrarán en vigor los aranceles, la comunidad internacional se mantiene a la expectativa de cómo reaccionarán los principales socios comerciales de Venezuela y qué impacto tendrá esta medida en la ya deteriorada economía del país sudamericano.