Michelle Faraco nació en Nueva York y creció en Caracas. Al año, su familia y un equipo médico identificaron que padecía de una condición autoinmune llamada alopecia. Esto la llevó a conocer el bullying, transitar procesos de aceptación y a su vez reconocer cómo vivir desde la autenticidad partiendo de su ser. Michelle ha llevado el mensaje de su propio aprendizaje a miles de personas a través de conferencias, a la par de su trabajo con grandes marcas y empresas.
Desde los ocho años, se enfrentó con la vergüenza en sus años escolares, comenzando así su etapa de autoconocimiento para entender cómo su condición podía o no determinar su vida. Pasando por etapas retadoras, las conversaciones consigo misma y la terapia psicológica le permitieron reconocer e integrar el amor propio y la autoaceptación a su día a día.
A sus 27 años, decidió “quitarse las pelucas”, en referencia a sus propios miedos, vergüenzas y condiciones. Con esta metáfora invitó a su comunidad a dar el paso con cada miedo o inseguridad. Asimismo, buscó separar el concepto de auto-cuidado del amor propio, para educar y evitar la confusión que han causado durante años.
“Todos tenemos pelucas”, señala Michelle haciendo referencia a los diferentes tipos de vergüenzas que podemos sentir los seres humanos como consecuencia de los estigmas sociales que desde pequeños son impuestos por la sociedad, familiares y amigos, obligando a ser quienes no somos, solo por poder encajar en la sociedad.
Abordando el amor propio y la aceptación, desde herramientas que abarcan la empatía, la resiliencia, la compasión y el autoconocimiento, Michelle plantea el poder del “yo” más auténtico de cada uno, como la real fuente de la felicidad y una vida más plena.
Michelle ha sido conferencista para empresas trasnacionales como Philip Morris, Whirlpool y también Coty, California Parks and Rec, Hispanic Chamber of Commerce de St. Louis, Empower, entre otras. Asimismo, planea seguir llevando su mensaje de autenticidad a través de su página web www.michifaraco.com y su Instagram @michifaraco.