La estrategia de la multinacional española ayudaría a poner en valor activos “infravalorados”, así como paliar la deuda registrada por el grupo.
Telefónica ha comenzado a preparar los trámites para una posible salida a Bolsa de su filial en Argentina, un movimiento que se enmarca en la estrategia del grupo de telecomunicaciones para poner en valor activos que considera “infravalorados” y que, además, permitirá a la compañía reducir su endeudamiento.
En un comunicado a la Comisión Nacional de Valores (CNV) de Argentina, Telefónica Móviles Argentina ha convocado una Asamblea Ordinaria y Extraordinaria para el próximo 16 de abril en la que se solicitará permiso para lanzar una oferta pública en las bolsas y mercados que el consejo de administración de la compañía.
En la convocatoria de esta asamblea, adelantada por ‘Reuters’, se incluye la modificación de los estatutos de Telefónica Argentina, que estudia además cambiar el valor nominal de la acción. La solicitud de este permiso a los accionistas es un requisito societario para que en un futuro se pueda llevar a cabo la salida a bolsa.
Tras este anuncio a la CNV, fuentes de la compañía han indicado que “Telefónica está analizando distintas opciones para poner en valor su cartera de activos, entre las que se encuentra Telefónica Argentina”, de la que controla el 100 por cien del capital.
En la rueda de prensa de presentación de los resultados de 2017, el presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, ya indicó que la compañía estaba estudiando cómo poner en valor algunos de sus activos “infravalorados”, especialmente en América Latina.
Álvarez-Pallete resaltó que en la compañía están “muy enfocados en el retorno del capital empleado” y están buscando la forma de poner en valor activos de la entidad que creen que pueden estar “infravalorados, que hay varios”, aunque rehusó entonces comentar posibilidades concretas.
La posible salida a Bolsa de Telefónica Argentina se suma a la de su filial en Reino Unido, O2, cuya evolución está pendiente de que se resuelva la actual subasta de espectro que está en marcha en estos momentos en Reino Unido con el objetivo de presentarse “con los deberes hechos ante los inversores”.
A este respecto, Álvarez-Pallete señaló el pasado mes de febrero que la postura de Telefónica sobre O2 no ha cambiado y se sigue preparando para estar lista para cuando surja la oportunidad. Sin embargo, afirmó que no tienen ninguna urgencia en llevar a cabo este proceso ni hay ningún calendario fijado, por lo que esperarán a “las mejores condiciones de mercado”.
La salida a Bolsa de alguna de sus filiales también ayudará a Telefónica a acelerar la reducción de deuda, que tras el fracaso de la venta de O2 a Hutchinson hace casi dos años se ha centrado en el desapalancamiento orgánico.
Telefónica cerró 2017 con una deuda neta financiera de 44.230 millones de euros tras reducirse en 2.992 millones de euros en el cuarto trimestre del año, un descenso que obedeció fundamentalmente a la generación de caja libre (1.721 millones), el cierre de la venta del 40 por ciento de Telxius (1.275 millones) y la emisión de instrumentos de capital (915 millones).