La multinacional alemana destinará un total de 1.000 millones de euros, como indica la Agenda Brasileña de Promoción del Comercio y de la Inversión.
El gigante electrónico alemán Siemens anunció que planea ampliar sus inversiones en Brasil durante los próximos cinco años para acometer tareas de electrificación, automatización y digitalización en el país latinoamericano.
La compañía explicó que tiene intención de destinar cerca de 1.000 millones de euros (1.235 millones de dólares) al proyecto, para lo que ha suscrito una declaración de intenciones con la Agencia Brasileña de Promoción del Comercio y de la Inversión.
«Las iniciativas bosquejadas en el acuerdo tienen el potencial de desencadenar una nueva y duradera expansión de la economía en Brasil en los próximos cinco años», reza el comunicado emitido por la empresa germana.
De acuerdo con la información facilitada, los esfuerzos de Siemens se centrarán en reforzar las infraestructuras energéticas, de transporte y de atención sanitaria. En concreto, el objetivo principal radica en lograr que la economía brasileña sea más competitiva y aumente su productividad a través de la digitalización y del uso eficiente de la energía.
Para ello, la compañía alemana fomentará el intercambio de conocimiento tanto mediante el uso de licencias de software como a través de nuevas ofertas de formación especializadas en estas áreas en centros de educación superior.
La noticia ha sido muy bien recibida en Brasil, dado que la suma anunciada por Siemens triplica las inversiones realizadas en los últimos 15 años por la multinacional en el país latinoamericano. En los últimos tres lustros, la compañía desembolsó en territorio brasileño cerca de 1.000 millones de euros.
Siemens estima que Brasil, aunque solo sea por su gran densidad de población (en el país viven más de 200 millones de personas) cuenta con un gran potencial de cara al futuro. Tras dos años de recesión, la economía brasileña ha recuperado la senda del crecimiento. El deterioro económico a partir de 2015, tras un «boom» de alrededor de una década impulsada por los altos precios del petróleo, derivó también en una grave crisis política en el gigante latinoamericano.