Se produce una selección natural de los proyectos de Hidrógeno Verde

OBS Business School, institución perteneciente a Planeta Formación y Universidades, publica el informe Selección natural en el hidrógeno verde. Sólo quedarán los mejores dirigido por el profesor e ingeniero industrial Marcos Rupérez. En él se analiza la selección natural que se está produciendo en el sector ante la falta de competitividad del hidrógeno en ninguno de los sectores en los que postula a ser una alternativa.

La situación actual en el campo del hidrógeno verde es de incertidumbre y de apuesta a largo plazo. El salto de los laboratorios a la industria del hidrógeno ha querido ser tan disruptivo y rápido que la tecnología no estaba preparada para la producción en masa con rentabilidad, por eso todavía hoy no vemos en construcción los prometidos proyectos hace 3 años. Por un lado, no hay suficientes fábricas de electrolizadores, lo que hace difícil que los costes hagan rentables los proyectos. Por otro, no existen las condiciones adecuadas de mercado en términos de precio de los combustibles fósiles (pues siguen a precios bajos) en relación con los costes de energía eléctrica que den al hidrógeno paridad de mercado. Por tanto, solo el impulso público puede hacer atractivos hoy los proyectos de hidrógeno para los inversores. Sin embargo, las subvenciones al sector no están funcionando correctamente. Además de que no son suficientes en importe, la selección de los proyectos adjudicatarios no se realiza buscando aquellos que tienen más probabilidades de éxito, están más cerca de la rentabilidad o tienen un cliente más garantizado.

Como habitualmente pasa cuando la zanahoria no funciona, en poco tiempo la UE empezará a utilizar el palo en forma de obligación y cupos. De la misma forma que hoy en día el diésel de nuestras gasolineras contiene por ley un porcentaje de biodiésel, probablemente mucho más caro que el diésel fósil, en los próximos años los aviones tendrán un cupo de combustible sintético, los barcos indirectamente llevarán un porcentaje de metanol o amoniaco (derivados del hidrógeno verde) y las fábricas de fertilizantes o similares tendrán la obligatoriedad de que parte del hidrógeno que consumen sea verde. Y ese hidrógeno se venderá al coste mínimo de producción más un margen comercial, independientemente del precio de competencia con los fósiles. Es decir, aunque el hidrógeno seguirá sin ser competitivo con respecto a los fósiles, simplemente no competirá con ellos. Marcos Rupérez afirma: “La generación real de un mercado separado de hidrógeno en la UE dependerá de cómo sea capaz la comisión de equilibrar una ambición moderada de cupos con sanciones estrictas para garantizar el cumplimiento”. Y aunque la política de cupos aún está por definirse, sin duda dará impulso al mercado y pinchará la burbuja de expectativa actual para separar el grano de la paja. Al respecto el profesor Rupérez opina: “En un entorno tan difícil como el actual para la promoción de proyectos de hidrógeno, donde la rentabilidad es escasa y en muchos casos no se alcanza ni con subvenciones, solo los mejores proyectos sobrevivirán a largo plazo. El informe considera que son los mejores proyectos aquellos con una  planificación a años vista pero que ya están dando pasos para quedar como los mejor posicionados, los más optimizados, los mejor diseñados y los más dispuestos a pivotar según cómo se presenten las circunstancias. Y destaca también el valor de contar con un trato preferencial y una mejor relación con la Unión Europea.

Los electrolizadores

Los costes de los electrolizadores europeos y americanos no están bajando al ritmo esperado, sino que de hecho están subiendo. Y, en este escenario, un nuevo competidor está apareciendo en el mercado: la todopoderosa China, con costes de inversión hasta cuatro veces menores que su competencia europea. Los electrolizadores chinos son alcalinos de baja  presión (<15 bar), una tecnología que en principio se podría considerar “antigua”, o al menos de un grado de evolución menor que la actual tecnología europea. Sin embargo, mientras un electrolizador europeo alcalino tiene precios cercanos a los 1000€/kW (el equipo), el chino de similares características ofrece precios de 300€/kWp o incluso menos. Y la reticencia de los promotores europeos a comprar electrolizadores chinos por la fama habitual de la calidad del país, poco a poco se está venciendo. El gran “Estado europeo” será quien de nuevo marque el paso según las condiciones que imponga a la tecnología de electrólisis del país asiático.

El coste de la energía

Atendiendo a las condiciones fijadas por la Unión Europea para la certificación del hidrógeno como verde, podríamos deducir que el precio de la energía no será constante en todos los proyectos. Esto es debido a que las garantías de origen obligarán a partir de 2030 a una correlación horaria de los proyectos, lo que implica que la energía renovable se deberá generar como mucho una hora antes de ser consumida por el electrolizador. Ello supone que la energía eléctrica con dichos certificados de origen será más cara cuantas más horas de funcionamiento del electrolizador se requieran. Sin embargo, también es cierto que, a más horas de utilización del electrolizador, más producirá y, por tanto, más se diluirá la inversión por cada kilo de hidrógeno generado. Los proyectos ganadores serán probablemente aquellos que logren equilibrar ambas curvas de costes de energía y encontrar el precio más bajo posible que les haga competitivos en el mercado.

El nuevo modelo energético que como sociedad estamos planteando implica implantar aceleradamente muchas tecnologías que no están optimizadas y, por tanto, son mucho más costosas. Esos costes los pagará el ciudadano en forma de subida de precios o en forma de subida de impuestos, no queda otra.
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