La adquisición de Hecate Energy permite a Repsol ingresar en el mercado de las energías renovables en Estados Unidos.
Con esta operación, la compañía avanza en sus objetivos de diversificación geográfica de su negocio de renovables, donde el año pasado dio el salto internacional con su entrada en Chile, complementando sus capacidades, mejorando su portafolio y creando una sólida plataforma con grandes posibilidades de crecimiento.
Hecate Energy, es una compañía estadounidense especializada en el desarrollo de proyectos fotovoltaicos y de baterías para el almacenamiento de energía, con sede en Chicago. Cuenta con una cartera de proyectos renovables y de almacenamiento en desarrollo de más de 40 gigavatios (GW). De ellos, 16,8 GW corresponden a proyectos fotovoltaicos en fase avanzada y 4,3 GW a baterías para el almacenamiento de energía.
La gran mayoría de estos activos están situados en los mercados eléctricos de ERCOT, WECC y PJM, de gran crecimiento en la próxima década por los objetivos de reducción de emisiones de los estados que los integran. Su portafolio de proyectos fotovoltaicos en desarrollo es uno de los más grandes del país y tiene una amplia diversificación
geográfica.
Además, su equipo directivo cuenta con una amplia experiencia y un demostrado éxito en la ejecución de iniciativas en Estados Unidos, lo que complementará las capacidades de Repsol. Fundada en 2012, la empresa ha logrado vender hasta el momento 2,6 GW de proyectos renovables.
La entrada en el accionariado de Hecate Energy supone para el grupo presidido por Antonio Brufau su primera incursión en el mercado de renovables de Estados Unidos, uno de los más grandes, con mayor atractivo y con un crecimiento más rápido del mundo en este sector, especialmente tras la llegada a la Casa Blanca de Joe Biden y su compromiso de impulsar las energías ‘verdes’ en el país.
La directora general de Cliente y Generación Baja en Carbono de Repsol, Maria Victoria Zingoni, consideró que la operación permite al grupo entrar en el mercado renovable de Estados Unidos «con el mejor socio posible y avanzamos en nuestro objetivo estratégico de ser un operador global de bajas emisiones».
Seguimos demostrando nuestra apuesta por la multi energía y dando pasos en la transformación de Repsol para ser compañía cero emisiones
netas», añadió.
Una vez cumplidas las condiciones para hacer efectiva esta
compra, Repsol se convertirá en desarrollador y futuro operador de proyectos renovables en el país, que cuenta con un entorno favorable para este negocio.
La operación supone un notable avance para alcanzar los objetivos de capacidad de generación de bajas emisiones e internacionalización del negocio de generación de bajas emisiones que establece el Plan Estratégico 2021-2025 de Repsol.
La ‘hoja de ruta’ del grupo dirigido por Josu Jon Imaz establece la meta de alcanzar una capacidad de generación de 7,5 GW en el año 2025 y de 15 GW en 2030 y convertirse en un actor competitivo en renovables con presencia internacional.
IMPULSO INTERNACIONAL EN RENOVABLES.
Estados Unidos es el segundo país, fuera de España, en el que Repsol inicia su actividad en renovables, tras la firma en julio de un acuerdo con el Grupo Ibereólica Renovables, que le da acceso a una cartera de proyectos en Chile que dicha compañía tiene en operación, construcción o desarrollo, de más de 1.600 megavatios (MW) hasta el año 2025 y la posibilidad de superar, gracias a esta alianza, los 2.600 MW en 2030.
Además, Repsol también participa en el parque eólico flotante Windfloat Atlantic, en la costa norte de Portugal, con una capacidad total instalada de 25 MW.
El estadounidense es un mercado que Repsol conoce perfectamente, ya que lleva más de dos décadas en él, aunque su presencia ha sido siempre en el negocio de ‘Upstream’, donde cuenta con activos en Pennsylvania, Texas, Golfo de México y Alaska. Además, está presente en el negocio de marketing y trading de gas natural, crudo y productos