La regulación migratoria es uno de los grandes temas que preocupan a la ciudadanía chilena ante el auge migratorio latinoamericano hacia su país.
El Gobierno de Chile defendió su decisión de marginar al país del Pacto Migratorio de Naciones Unidas, afirmando que cada país «es soberano» para fijar «sus propias» reglas sobre el asunto.
«Los migrantes tienen derechos, pero cada país es soberano para fijar sus propias reglas de migración«, precisó el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero, en una declaración en la que el Gobierno de Sebastián Piñera argumenta sus razones para salir del Pacto.
La declaración se produjo después de una ola de críticas que cayó sobre el Gobierno conservador, cuando se hizo pública la decisión de no ser parte del pacto, bajo el argumento de que la migración «no es un derecho humano».
Excancilleres como José Miguel Insulza o Heraldo Muñoz, el Instituto Chileno de Derechos Humanos (INDH), organizaciones de inmigrantes y la oposición política, entre otros, han considerado un grave error la decisión del Gobierno y han señalado que con ella se abandona una línea histórica del país en política internacional.
También los críticos apuntan a que el Ejecutivo ha hecho una lectura errónea del Pacto, pues no es vinculante y mantiene la soberanía de los países para establecer sus propias políticas migratorias.
La expresidenta Michelle Bachelet, actual Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, felicitó en Twitter a los más de 150 países que aprobaron el Pacto en Marrakech (Marruecos).
En la declaración difundida por el canciller Roberto Ampuero, el Gobierno chileno recordó que desde su inicio, el pasado marzo, «se han fijado reglas claras para tener una migración ordenada, segura y regular», y para enfrentar a una migración «descontrolada y desordenada».
«Chile tiene las puertas abiertas a quienes quieren venir a trabajar, contribuir e integrarse a nuestra sociedad, pero tiene las puertas cerradas a quienes vengan a delinquir o a violar las leyes, eso es algo a lo que este gobierno no va a renunciar», subrayó Ampuero.
El Gobierno «ha fijado instrucciones claras para una migración clara y segura», aseguró y añadió que «nadie puede decir que Chile está en contra del multilateralismo ni los Derechos Humanos«, enfatizó.
Agregó que el texto de la ONU «choca con las intenciones de Chile» porque «no establece distinción entre un migrante regular y uno irregular, flexibiliza la opción de cambiar de estatus y, si bien no es vinculante, nunca vamos a adherir a nada que pueda ser usado en contra de Chile en alguna corte internacional».
Remarcó además que Chile «ha suscrito la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Convención para la protección de los derechos de los trabajadores migrantes y sus familias», textos que «aseguran el derecho de las personas a salir y volver a su país».