La actividad empresarial de la eurozona se ha situado en 53,7 puntos en el índice compuesto de gestores de compra (PMI) en abril, su mejor dato en nueve meses.
El crecimiento de la actividad privada de la zona euro se ha acelerado en abril hasta máximos de los nueve últimos meses, a pesar de la prolongación de las restricciones para contener la pandemia, gracias a la expansión récord del sector manufacturero y la vuelta al crecimiento de los servicios a medida que progresan las campañas de vacunación, según refleja el índice compuesto de gestores de compra (PMI).
En concreto, el dato adelantado del PMI de abril se ha situado en 53,7 puntos, frente a los 53,2 del mes anterior, su mejor lectura en nueve meses, por lo que la actividad privada de la eurozona acumula dos meses consecutivos en positivo, después de cuatro meses de declive.
La actividad del sector manufacturero ha registrado en abril su mayor ritmo de expansión desde que en 1997 se comenzó a elaborar el correspondiente PMI, que ha alcanzado los 63,3 puntos desde los 62,5 de marzo, mientras que el dato del sector servicios ha logrado emerger de la contracción de los últimos meses con una lectura preliminar de 50,3 puntos, frente a los 49,6 del mes anterior.
«En un mes en el que se intensificaron las medidas de contención del virus a raíz de nuevas olas de infecciones, la economía de la zona euro demostró una fortaleza alentadora», ha señalado Chris Williamsom, economista jefe de IHS Markit.
Los datos de la encuesta PMI de abril apuntan a que este retorno al crecimiento estuvo acompañado de un nuevo incremento de las presiones inflacionistas a medida que la demanda se intensificó y los costes aumentaron, ya que los precios medios pagados en el sector manufacturero y en el sector servicios aumentaron al nivel más acentuado en diez años, mientras que los plazos de entrega se alargaron en su mayor medida en los 23 años de historia del estudio.
Este aumento de los costes a menudo fue repercutido a los clientes, lo que ha supuesto en abril que los precios medios cobrados hayan subido al ritmo más acelerado desde enero de 2018.
«El marcado aumento de demanda de materias primas sigue causando demoras sin precedentes en las cadenas de suministro, que a su vez están impulsando al alza los costes de las empresas al ritmo más marcado de una década», ha señalado Williamson, quien ha advertido de que la inflación de los precios al consumidor «puede aumentar intensamente en los próximos meses»