El Plan de Reconstrucción con Cambios, que generará 150.000 puestos de trabajo, ya cuenta con el visto bueno del Consejo de Ministros.
Perú reconstruirá las zonas afectadas por las inundaciones registradas a principio de 2017. El Consejo de Ministros ha aprobado el Plan de Reconstrucción con Cambios, un proyecto que contará con una dotación económica de 25.655 millones de soles (cerca de 8.000 millones de dólares) y que ayudará para rehabilitar la infraestructura y los servicios afectados.
El Plan, que generarán 150.000 puestos de trabajo en 2018, también ayudará a la reactivación de la economía peruana y la modernización de la infraestructura, así como ha informado el director ejecutivo de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, Pablo De la Flor. Una mejora general que será posible alcanzar ya que las inversiones tocarán diversos sectores estratégicos para la economía, como son: transporte, educación, vivienda, saneamiento, salud, agricultura y pistas y veredas en trece de las veinticinco regiones del país.
De los fondos disponibles, unos 19.700 millones de soles (unos 6.000 millones de dólares), que supone cerca del 80 por ciento de la inversión total, irán a recuperar la red vial del norte del país, donde se registraron los mayores daños, como en las regiones de Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad. Otros 6.000 millones de soles (unos 1.840 millones de dólares) se destinará a obras de prevención para evitar daños similares durante el próximo evento climatológico de similar magnitud.
El Plan para la Reconstrucción con Cambios se compone de un catastro con la infraestructura dañada y la asignación de qué autoridad debe encargarse de su rehabilitación y cuál la recibirá, así como la modalidad de su financiación, ya sea obra pública u obra por impuestos. De la Flor ha detallado que el plan incluye la reubicación de pequeñas poblaciones cuyas casas no podrán ser reconstruidas en su lugar por original, por encontrarse en zonas de riesgo ante posibles nuevas inundaciones o corrimientos de tierra.
El embate climático provocó la pérdida de más de 64.000 casas, unas 400 escuelas y unos 70 establecimientos de salud, además de la destrucción de cerca de 4.400 kilómetros de carreteras y casi 500 puentes, según el último balance de daños del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN). El desastre causó también 163 muertos, 20 desaparecidos, más de 500 heridos, cerca de 277.000 damnificados y alrededor de 1,6 millones de afectados.