Nueva presión a la economía venezolana. En el marco de una importante coyuntura e incontrolable inflación, las finanzas de la nación caribeña han quedado sumidas en un nuevo escándalo: la emisión de los bonos de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) por un 70 por ciento menos que su valor real en el mercado. Un escándalo que ha generado recelo en el gobierno de Estados Unidos, ya que su comprador ha sido el grupo bancario y de inversión Goldman Sachs.
Los bonos, emitidos en 2014 y con vencimiento en 2022, fueron colocados al Banco Central de Venezuela (BCV) como pago por su financiación en bolívares “debido a los enormes déficits que esta compañía presenta en sus balances”, precisa el economista venezolano y actual diputado del Congreso, José Guerra. La medida, aunque ofrecía una liquidez inmediata, generan un endeudamiento de la principal empresa productiva del país latinoamericano.
Esos bonos, denominados ‘Pdvsa 2022’, en manos del Banco Central de Venezuela, sumaban 2.800 millones de dólares, pero fueron vendidos por apenas 865 millones de dólares, lo que implica un descuento de casi 70 por ciento”, apunta Guerra. En otras palabras, de cada 100 dólares que tendría que haber recibido el Banco Central de Venezuela por los bonos petroleros, solo se quedó con 30. Una situación que se empeora al conocer, según indica el economista, que Goldman Sachs solo entregó 760 millones de dólares, lo que hace que la diferencia ascienda hasta el 73 por ciento.
“Se trata de unos bonos rematados a precios de gallina flaca, lo que refleja las enormes dificultades de caja que hoy sufre el Banco Central de Venezuela, con sus reservas internacionales mermadas y comprometidas en el pago de una deuda externa, contraída de manera irresponsable”, argumenta el experto. En este sentido, indica que el efecto es devastador para las finanzas nacionales, ya que “hay claramente un daño al patrimonio público, cuya primera responsabilidad recae en Ricardo Sanguino, presidente del Banco Central de Venezuela”.
En declaraciones a la agencia Reuters, funcionarios de alto rango de la Casa Blanca han reconocido que el Gobierno de Donald Trump está preocupado por cualquier acción de empresas estadounidenses que provea de liquidez financiera a Venezuela. Una postura que han mantenido un grupo de congresistas, quien está valorando la opción de pedir un conjunto de sanciones contra la entidad bancaria, así como lo dejo conocer Eliot Engel, un demócrata de alto rango en la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
No es la primera vez
José Guerra también ha recordado que, entre 2014 y 2015, Pdvsa negoció las acreencias que tenía con República Dominica por 3.000 millones de dólares y con Jamaica por $ 2.500 millones de dólares, por menos de la mitad de su valor. Igualmente, en noviembre de 2016, la empresa petrolera emitió un bono comprado por la empresa rusa Rosnetf por 1.500 millones de dólares, poniendo como garantía la mitad de las acciones de Citgo y luego mediante otra transacción de financiamiento hipotecó el otro 50 por ciento de su apuesta por el mercado norteamericano.