El libro ‘Perú: firme vocación internacional’ recopila las opiniones y experiencias de las compañías españolas que están desarrollando su negocio en el país latinoamericano.
Las empresas españolas están ‘El Dorado’ por Perú. Gran número de grandes compañías y de pymes han encontrado en el país latinoamericano un mercado que ofrece garantías en sus procesos de internacionalización. Algunas de sus experiencias y opiniones han sido resumidas en el libro ‘Perú: firme vocación internacional’, elaborado por Gonzalo Solana con el apoyo de la Universidad de Nebrija y el Banco Santander. Una aproximación en primera persona sobre cómo es invertir en la tierra peruana.
Ana Diogo, managing director latam de Telepizza, apunta en la obra que la empresa llega a este mercado durante 2011, cuando ya estaban consolidados en Chile y empezaban sus operaciones en Colombia. “Perú se presentaba, por tanto, como una gran oportunidad de inversión. Los comienzos no fueron fáciles y, tras estudiar durante meses el mercado, se valoraron dos estrategias alternativas para entrar en el país: a través de la adquisición de una empresa que se dedicaba a su misma categoría de productos o una alianza con un socio local”.
Solo tres años después de su llegada, Telepizza contaba con 20 locales a pleno rendimiento y habían comenzado a ofrecer franquicias a empresarios independientes. Sin embargo, no es la única empresa que ha crecido en Perú. Telefónica también está presente desde 1994, cuando gana una licitación de 2.002 millones de dólares, casi cuatro veces el precio base. Durante sus primeros cuatro años en el país, la firma de telefonía logró que el número de líneas creciera un 167 por ciento, con una inversión de 2.500 millones de dólares, según explica Álvaro Valdez Fernández-Baca, director de comunicación, imagen y responsabilidad corporativa de la empresa.
La Red Eléctrica de España también está presente en Perú desde 1999, año que se adjudica un concurso internacional para la construcción de la red de transporte de energía en el sur del país. Juan Majada, director del Negocio Internacional, recuerda que “implantarse en un país no es fácil, y menos aun cuando éste se encuentra en un fuerte proceso de transformación, lo que conlleva una importante brecha entre las necesidades de desarrollo y la adecuación institucional y regulatoria”. A pesar de las barreras, la empresa española reconoce que “Perú ha supuesto el inicio de nuestro proceso de internacionalización, siendo en la actualidad uno de los principales países dentro de nuestra estrategia mundial”.
En el libro ‘Perú: firme vocación internacional’ también se resumen las experiencias de OHL, que dio sus primeros pasos en 1999 y ya cuenta con más de 2.600 empleados en el país; Mapfre, ‘aterrizó’ dos años antes y que dispone de 68 oficinas que generan más de 3.000 empleos; y Hoteles San Agustín, que empezaron con la adquisición de uno de los más emblemáticos de la capital y ya han aumentado su presencia a nueve hoteles. Son muchas las historias que ponen de evidencia la importancia de Perú para captar el talento y la inversión extranjera.