Next Generation EU es el nombre del plan de recuperación que busca repartir 750.000 millones en dos años aunque aún debe ser discutido y aprobado
La Comisión Europea presentó el 27 de mayo un plan de recuperación para la Unión Europea, denomindado Next Generation EU, por valor de los 750.000 millones a repartir en dos años y que sería canalizado a los gobiernos principalmente a través de transferencias directas (500.000 millones) y préstamos (250.000 millones).
España recibiría 140.446 millones de euros, de los cuales 77.324 millones a través de transferencias directas y el resto como préstamos a devolver, siendo el segundo país más beneficiado por detrás de Italia, que optarían a un total de 172.745 millones de euros.
Sin embargo, ‘Next Generation EU’, es una propuesta que debe ser discutida por los jefes de Estado y de Gobierno y acordada con el Parlamento Europeo, por lo que las cifras que contemple el acuerdo final sobre el plan de reconstrucción podrían ser distintas. Este mismo viernes se produce la primera reunión para intercambiar opiniones al respecto, así como sobre el presupuesto plurianual, también presentado por la Comisión Europea.
A continuación, recogemos algunas de las cuestiones generales planteadas a raíz de este fondo.
¿QUÉ PROPONE BRUSELAS?
La Comisión Europea ha presentado un fondo de recuperación que se enmarca dentro del presupuesto plurianual de la UE para 2021-2027. Su objetivo es impulsar temporalmente la capacidad financiera del presupuesto de la Unión Europea con nuevos fondos captados en los mercados financieros, así como preservar los medios de subsistencia, recuperar la economía y fomentar un crecimiento sostenible y resiliente.
Esta diseñado como un «instrumento temporal de emergencia», según ha señalado la Comisión Europea, y se ha creado «únicamente» para acelerar la recuperación de la UE y prestar apoyo a las partes de la economía de la Unión «que más lo necesiten».
¿CÓMO SE VA A FINANCIAR? ¿LOS ESTADOS MIEMBROS TENDRÁN QUE APORTAR MÁS FINANCIACIÓN?
La Comisión Europea aclara que, debido a las limitaciones que sufren actualmente los países miembros de la UE, este instrumento no exigirá contribuciones nacionales adicionales inmediatas al presupuesto. «El reembolso de los fondos recaudados seguirá después de 2027 en un horizonte a largo plazo con cargo a futuros presupuestos en forma, entre otras cosas, de nuevos recursos propios, de contribuciones nacionales más altas, de refinanciación o de una combinación de estas posibilidades», apunta la institución.
¿CUÁL ES LA BASE JURÍDICA PARA PRESENTAR ESTA PROPUESTA DE FINANCIACIÓN?
Bruselas sostiene que «las necesidades de financiación de las inversiones urgentes derivadas de la crisis no tienen precedentes». Por ello, ha solicitado una «respuesta decisiva y extraordinaria» de la Unión.
Además, señala que estos fondos necesitan «su anclaje en el sistema de recursos propios» por lo que ha solicitado cambios en la ‘Decisión sobre los recursos propios’ (el texto jurídico que establece las condiciones para financiar el presupuesto de la UE) que «deben ser aprobados por todos los Estados miembros con arreglo a sus normas constitucionales».
¿PARA CUÁNDO SE DEBE ALCANZAR EL ACUERDO PARA QUE ESTO SE HAGA REALIDAD? ¿ES FACTIBLE?
La Comisión espera que la aprobación de los Estados miembros se materialice lo antes posible. Para salvar este periodo, sin embargo, ha propuesto que se ajuste el actual presupuesto 2014-2020 «para que se pueda gastar más ya este año».
De esta manera, se dispondría de forma rápida de 11.500 millones de euros para ayudar a las regiones más necesitadas (con cargo al programa REACT-UE), reforzar el capital de las empresas europeas viables (a través del Instrumento de Apoyo a la Solvencia) y prestar apoyo a quienes lo necesiten en países terceros (con cargo al Fondo Europeo de Desarrollo Sostenible).
¿HASTA QUÉ PUNTO SE AJUSTA ‘NEXT GENERATION EU’ A LAS NECESIDADES DE LA ECONOMÍA EUROPEA?
La Comisión ha publicado un documento de trabajo con un análisis de los daños que la crisis del coronavirus ha provocado en la economía europea. El análisis se refiere, por una parte, a las necesidades relacionadas con las pérdidas de capital de las empresas europeas y, por otra, a la brecha de inversión prevista en 2021 y 2022.
Según las conclusiones, las pérdidas de capital derivadas de unos beneficios más bajos en 2020 y 2021 oscilarán entre 700.000 millones y 1,2 billones de euros, aunque Bruselas destaca que los efectos pueden ser más graves en determinados sectores, como el turismo y el transporte. Además, prevé repercusiones transfronterizas en relación con el funcionamiento del mercado único.
Por otro lado, detecta una brecha de inversión prevista en 2021 y 2022 de al menos 1,5 billones de euros. Esto abarca la brecha de inversión básica directamente relacionada con la crisis del coronavirus y las inversiones que no están directamente relacionadas con la crisis, pero que son necesarias para proceder a las transiciones ecológica y digital.
¿CUÁL ES LA CUANTÍA GLOBAL DE LA PROPUESTA?
La propuesta del instrumento Next Generation EU alcanza los 750.000 millones de euros y serían canalizados a los gobiernos a través de transferencias directas (500.000 millones) y a través de préstamos (250.000 millones). Se engloba, además, en el presupuesto de la UE para los próximos años, cuyo valor se eleva hasta los 1,85 billones de euros.
¿LA UE ACTIVARÁ MÁS MECANISMOS FRENTE A LA CRISIS DEL COVID-19?
Junto a este instrumento, la Comisión Europea ha presentado su presupuesto para 2021-2027 con el que se prevé canalizar rápidamente las inversiones «de forma que lleguen allí donde más se necesite».
En el proyecto de las cuentas para los próximos años, la Comisión contempla la creación de otros instrumentos, como el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia o el Instrumento de Apoyo a la Solvencia, que irán destinados a inversiones y reformas que ayuden a la recuperación y relacionadas, al mismo tiempo, con las transiciones ecológica y digital.
Además, se han propuesto incrementos en los recursos de instrumentos como REACT-UE o el Fondo de Transición Justa y se han incluido cambios en los recursos de otros, como es el caso del Fondo Social Europeo Plus, en el que se buscará que los Estados miembros con niveles de desempleo juvenil superiores a la media de la UE puedan prograr al menos el 15% de estos fondos para apoyar a los jóvenes y que un 5% sirva para contribuir a sacar a los niños de la pobreza.
Por otro lado, Bruselas recuerda que el pasado 23 de abril el Consejo Europeo aprobó tres redes de seguridad para trabajadores, empresas y Estados por valor de 540.000 millones de euros, con lo que la Comisión cifra en 1,29 billones de euros de ayuda específica y «consagrada» en los primeros años de este periodo de 2021-2027 a la recuperación europea.
¿CÓMO SE FINANCIARÁN TODOS LOS NUEVOS INSTRUMENTOS?
Para financiar las medidas de Next Generation EU, la Comisión prevé tomar prestados hasta 750.000 millones de los mercados financieros internacionales en nombre de la Unión a fin de sufragar las medidas de recuperación durante el período 2021-2024.
Para que esto sea posible, la Comisión aprovechará el margen de maniobra, esto es, la diferencia entre el límite máximo de los recursos propios del presupuesto a largo plazo (el importe máximo de los fondos que la Unión puede pedir a los Estados miembros para cubrir sus obligaciones financieras) y el límite máximo del gasto real (el límite máximo de pagos del marco financiero plurianual).
Para conseguirlo, y como se apuntaba anteriormente, Bruselas ha propuesto modificar la Decisión sobre los recursos propios de manera que pueda contraer préstamos, y aumentar el límite máximo de los recursos propios con carácter excepcional y temporal durante la pandemia de coronavirus en 0,6 puntos porcentuales. Este aumento vendrá a sumarse al límite máximo permanente de los recursos propios: el 1,4 % de la renta nacional bruta de la UE, que se propone en razón de las incertidumbres económicas y del Brexit.
Con este margen de maniobra del presupuesto de la UE como garantía, la UE busca «emitir deuda en condiciones relativamente ventajosas en comparación con muchos Estados miembros».
Los fondos recaudados se devolverán con cargo a los futuros presupuestos de la UE a partir de 2027 y a más tardar en 2058. Los préstamos serán reembolsados por los Estados miembros prestatarios. Para facilitar el reembolso de la financiación de mercado conseguida y seguir contribuyendo a reducir la presión sobre los presupuestos nacionales, la Comisión propondrá nuevos recursos propios adicionales, además de los ya existentes, en una fase posterior del período financiero 2021-2027.
¿DE DÓNDE PROCEDE EL DINERO DEL PRÓXIMO PRESUPUESTO A LARGO PLAZO DE LA UE?
Las fuentes de ingresos del presupuesto de la UE no han variado durante los últimos decenios: derechos de aduana, contribuciones de los Estados miembros sobre la base del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y las basadas en la Renta Nacional Bruta (RNB).
En mayo de 2018, la Comisión propuso diversificar las fuentes de ingresos con una cesta de nuevos recursos propios que contribuirán a las prioridades de la UE, tales como el cambio climático, la economía circular y la equidad fiscal. Esto incluía los ingresos relacionados con el régimen de comercio de derechos de emisión, una contribución nacional calculada sobre la base de los residuos de envases de plástico no reciclados en cada Estado miembro y un recurso basado en una base imponible consolidada común del impuesto sobre sociedades.
¿CÓMO SE GARANTIZARÁ QUE EL DINERO SE DESTINE A LOS ESTADOS MIEMBROS MÁS AFECTADOS?
Con la propuesta de presupuestos, Bruselas pretende canalizar el dinero a donde sea más necesario. Para ello, y en función de la naturaleza del programa, la Comisión «trabajará con cada Estado miembro para velar por que hasta el último euro contribuya a la reparación, la recuperación y la resiliencia».
Como ejemplo, la institución expone que la financiación adicional con cargo al programa REACT-UE se asignará según la gravedad de las repercusiones económicas y sociales de la crisis según el nivel de desempleo juvenil o la prosperidad relativa de los Estados miembros.
¿CÓMO SE CONTROLARÁ EL DINERO?
La Comisión recuerda que mantiene su propuesta relativa al Estado de Derecho de mayo de 2018, que introduce un nuevo mecanismo para proteger el presupuesto de la UE frente a los riesgos financieros vinculados a deficiencias generalizadas del Estado de Derecho en los Estados miembros.
El objetivo de este mecanismo, tal y como indica Bruselas, es garantizar una correcta gestión financiera del presupuesto de la Unión y «proteger el dinero de los contribuyentes». Así, las nuevas normas propuestas permitirán a la Unión suspender, reducir o restringir el acceso a la financiación de la UE de manera proporcional a la naturaleza, la gravedad y el alcance de las deficiencias del Estado de Derecho.
Además, existen otras medidas de protección del presupuesto frente al fraude y las irregularidades, y la Comisión las va a reforzar, como son la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) y la Fiscalía Europea que «ejercerán sus facultades de control e investigación».
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