MoviePass permitirá ver 30 películas en el cine por menos de 10 dólares mensuales

Nuevo plan de MoviePass.
Nuevo plan de MoviePass.

La promoción no incluye los films en 3D, IMAX y otros formatos especiales de exhibición, según apunta la empresa.

Servicio de suscripción para ir al cine de MoviePass.
Servicio de suscripción para ir al cine de MoviePass.

Innovación en el mercado del ‘séptimo arte’. El servicio de suscripción para ir al cine MoviePass ha anunciado un nuevo plan que, por 9,95 dólares de cuota al mes, permitirá a sus usuarios ver una película al día en los cines de Estados Unidos. Un servicio que, según indica la empresa, es válido en el 91 por ciento de salas de cine de Estados Unidos y tiene como fin «hacer más fácil ver películas en los cines”.

La compañía, que anteriormente ofrecía estos servicios por una tasa de 50 dólares mensuales, aclara que quedan fuera de este servicio de suscripción las películas en 3D, IMAX y otros formatos especiales de exhibición. “MoviePass fue fundado para hacer más fácil a los espectadores apasionados y a los aficionados casuales ver películas de la manera en que estaban destinadas a ser vistas: en los cines”, señaló Mitch Lowe, consejero delegado de la compañía y uno de los cofundadores de la plataforma digital Netflix.

La rebaja en el precio de la suscripción de MoviePass coincidió con el anuncio de que la compañía Helios and Matheson Analytics ha comprado una participación mayoritaria de este servicio. La noticia ha causado revuelo tanto entre los aficionados al cine como entre los diferentes agentes de la industria cinematográfica, algunos de los cuales han reaccionado con contrariedad a este servicio y a su reducido precio.

Para los espectadores, el precio de 9,95 dólares al mes puede convertirse en una oferta muy tentadora si se tiene en cuenta que en el segundo trimestre de 2017 el precio medio de una entrada en Estados Unidos era de 8,95 dólares, de acuerdo con los datos de la Asociación Nacional de Propietarios de Cines. Ese coste medio es, sin embargo, menor al que desembolsan los espectadores de grandes ciudades como Los Ángeles o Nueva York, donde la entrada supera de manera habitual los 10 dólares.