La fotoperiodista adquirió su pasión por la cobertura gráfica de los ataques terroristas después de vivir muy de cerca los atentados perpetrados en la discoteca gay ‘Pulse’, en Orlando.
Una camioneta atraviesa 600 metros por La Rambla de Barcelona a toda velocidad. La noticia llega rápido a los medios de comunicación y Maribel Flores, en Madrid, comienza a preparar las maletas. Tomará un autobús que, después de ocho horas de trayecto, le permitirá fotografiar los efectos del devastador atentado reivindicado por el Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés). “Logré llegar en el momento en el que las calles aún tenían rastros de sangre y los bomberos estaban depositando las primeras flores en señal de condolencia por las víctimas”, apuntado la puertorriqueña a IberoEconomía.
Su pasión por fotografiar los atentados terroristas se remite a junio de 2016, cuando un hombre entró en la discoteca gay ‘Pulse’, en Orlando (Estados Unidos), y asesinó a más de 50 personas. “El local se encontraba a 15 minutos de mi casa. Al día siguiente acudí y tomé algunas imágenes, fue mi primer reportaje gráfico sobre el tema y una de mis inspiraciones para mi tesis que, un año después en Madrid, trataría los rastros del terrorismo”, explica. A pesar de que la idea original era buscar áreas donde habían ocurrido ataques hace años, las circunstancias han dotado de actualidad su trabajo.
“Cuando ocurrieron los atentados de Manchester tomé un avión y acudí hasta la ciudad. Al contrario que en Barcelona, fue imposible acercarse a la zona del ataque durante las primeras 48 horas de los acontecimientos, mientras que en España a las 24 horas el acceso fue más sencillo”, ha puntualizado. No obstante, reconoce que en ambos casos fue necesario un período de descanso para reponer energías después de enfrentarse a un ambiente tan hostil. “Lo más impactante que te encuentras al llegar es el rostro de quienes están en la zona. Esa mezcla de tristeza, confusión y coraje que está impregnado en sus ojos. Por eso, después de unos días en la zona necesito distanciarme y tomar un tiempo para estar en equilibrio”, afirma.
Su esmero le ha permitido presenciar en primera fila las reacciones del Rey de España, Felipe VI, del presidente Mariano Rajoy y de los principales representantes políticos de la Administración Pública y de la autonomía catalana. “Me impresionó especialmente el rostro de la alcaldesa, Ada Colau, donde se percibía claramente una sensación de frustración y dolor por lo ocurrido”, ha matizado la puertorriqueña. Ahora, a sólo horas de estar presente en la gran manifestación celebrada en Barcelona para rechazar el terrorismo, ya está preparándose para su siguiente proyecto.
Destino Francia
“En breve viajaré hasta Toulouse donde realizaré entrevistas y haré fotos para el proyecto de las huellas del terrorismo en España, siendo un tema en el que seguiré trabajando durante los próximos años”, ha adelantado Flores. En la ciudad francesa, que se ha visto afectada por ataques terroristas en más de una ocasión, espera conseguir un material de gran interés que sumará a los recopilados en Madrid y Barcelona, así como en la ciudad británica de Manchester.
Cámara en mano, afirma que seguirá atenta a los acontecimientos de actualidad para preparar su cámara y viajar hasta diversos destinos en los que captar esos rostros marcados por la tragedia del terrorismo internacional. “Unas caras que son muy difíciles de olvidar”, sentencia.