Macron pierde la mayoría absoluta en las elecciones legislativas ante el avance de Mélenchon y Le Pen

Emmanuel Macron afronta cinco años complicados para legislar en Francia: ha ganado la segunda vuelta de las elecciones legislativas, pero no valida la mayoría absoluta de la que gozaba en la Asamblea Nacional desde 2017, según refleja el escrutinio completo.

La coalición Ensemble! del presidente francés ha logrado 240 diputados, estará abocada a los pactos para sacar adelante su agenda política, y todo apunta a que tendrá que valerse del apoyo de Los Republicanos. El líder de la coalición de izquierdas NUPES, Jean-Luc Mélenchon, no consigue su objetivo de convertirse en primer ministro y se conforma con ser la principal fuerza de oposición, al conseguir 125 diputados.

La gran sorpresa de la noche la ha dado la formación de Marine Le Pen que, por primera vez en 36 años, logrará formar grupo propio en el parlamento francés al haber obtenido 89 diputados, un resultado histórico para el partido de extrema derecha y que duplica las últimas proyecciones.

Pactos para gobernar

Frente a un modelo de cohabitación no visto en 20 años, los franceses han optado abrir una nueva era y con un claro mensaje a Macron: tendrá que entenderse con otros partidos en un parlamento sin mayorías para gobernar los proximos cinco años.

La coalición Ensemble! tendrá esta legislatura 240 escaños en la Asamblea Nacional -lejos de los 289 diputados necesarios para la mayoría absoluta-, todo un mazazo para un presidente que tendrá problemas para sacar adelante medidas como su polémica reforma de las pensiones.

Según la portavoz del Gobierno de Macron, quieren entenderse con los «partidos moderados que quieren sacar adelante el país». Bastaría con una coalición con los 61 diputados de Los Republicanos, que pasan de principal partido de la oposición a cuarta fuerza. No obstante, ya han lanzado un mensaje al presidente: permanecerán «en la oposición».

La otra opción sería negociar apoyos puntuales con los partidos según las legislaciones propuestas por el Ejecutivo de Macron, un escenario que también se antoja turbulento.

 

«Una situación inédita»

La primera ministra, Élisabeth Borne, ha advertido de la «situación inédita» y el «riesgo» que supone la fragmentación de la Asamblea Nacional y ha tendido la mano al resto de formaciones para gobernar en un breve discurso pronunciado a última hora de la noche.

«Debemos respetar estos votos y actuar conforme a ellos, tenemos una responsabilidad única. Desde mañana trataremos de construir una mayoría, no tenemos alternativa. Tenemos que unir para mostrar estabilidad en la nación», ha asegurado. Además, ha insistido en que Ensemble! seguirá adelante con su agenda política, que incluye, entre otras medidas, la acción climática y reformas económicas.

La noche oscura para Macron se ha complicado más con la derrota de tres de los 15 ministros que se jugaban el puesto. El presidente había anunciado que, en caso de derrota, cualquier ministro debería renunciar, y así ocurrirá con la ministra de Sanidad, Brigitte Bourguignon, la ministra de Transición Ecológica y Cohesión Territorial, Amélie de Motnchalin, y la secretaria de Estado para el Mar, Justine Benin.

Le Pen consolida el auge de la extrema derecha

Estas elecciones confirman el auge de la extrema derecha registrado en las elecciones presidenciales, cuando el partido de Marine Le Pen logró el 41,5% de los votos, un resultado nunca registrado para el partido. Este domingo, Le Pen ha celebrado el «capítulo histórico» en el que la Asamblea Nacional será «más nacional de lo que nunca lo ha sido». «Hemos cumplido nuestro objetivo: Macron está en minoría y ya no podrá abusar del poder», ha clamado ante sus seguidores.

Además, la dirigente de Agrupación Nacional se ha proclamado principal líder de la oposición contra Macron: «Seremos una oposición firme, pero respetuosa con las instituciones», ha dicho, para después tender la mano a «todos los patriotas», tanto a la izquierda como a la derecha.

Mélenchon celebra la «derrota total» de Macron

Jean-Luc Mélenchon aspiraba a arrebatar la mayoría absoluta a la coalición de Macron, pero se ha quedado corto de 140 diputados con su alianza de izquierdas. El ganador de la primera vuelta, que dio un empate técnico con el presidente francés, ha alabado la «derrota total» de Macron, que dibuja una Asamblea sin mayorías. «Es una situación totalmente inesperada. El camino del partido presencial ya está completo y no hay ninguna mayoría clara a la vista», ha declarado.

Mélenchon no estará presente en la Asamblea Nacional, pero ha prometido seguir con su lucha: «Cualquier cosa es posible, vosotros tenéis el poder. Me voy a dar otra batalla, pero mi compromiso permanecerá hasta mi último aliento», ha dicho ante sus simpatizantes.

La abstención gana las elecciones

Pero la principal lectura que sale de estas elecciones legislativas, celebradas casi dos meses después de las presidenciales, es la gran desafección política en Francia. La abstención en esta jornada es inferior a la registrada en las legislativas de 2017, pero se sitúa en el 53,67%.

El dato supera el 52% registrado hace una semana en la primera vuelta y el 28% de la segunda vuelta de las presidenciales en abril, una cifra que no se registraba desde hacía 50 años. Todo en una nación que tiene un Parlamento sin mayoría absoluta del partido en el poder por primera vez en 1988, reflejo de la división de un electorado que pide cambiar las políticas de Macron en su segundo mandato.