El Gobierno del presidente francés, Emmanuel Macron, salva por la mínima la reforma de las pensiones al fracasar las dos mociones de censura de la oposición debatidas este lunes en la Asamblea Nacional tras saltarse la Cámara Baja para impulsar su reforma del sistema de pensiones.
La moción, defendida por el centrista Charles de Courson y presentada por un grupo de diputados centristas, regionalistas e independientes, ha obtenido 278 votos de los 287 que necesitaba para hacer caer el Ejecutivo de Élisabeth Borne y la reforma de las pensiones impulsada por el presidente, Emmanuel Macron. Se trata de la decimoquinta moción de censura contra el actual Ejecutivo francés, nombrado hace menos de un año en una Asamblea Nacional en la que no tiene mayoría absoluta, y la que más respaldo ha recibido.
También ha fracasado la segunda moción de censura, presentada por el partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN), que solo obtuvo 94 votos. Otros partidos de la oposición dijeron que no votarían a favor.
Con el rechazo de esas dos mociones de censura se considera aprobada la reforma de las pensiones, aunque su entrada en vigor deberá esperar a que se resuelvan los recursos ante el Consejo Constitucional anunciados por varios grupos de oposición.
Las dos mociones fueron presentadas después de que el pasado jueves el Gobierno decidiera aprobar la reforma de las pensiones mediante un mecanismo constitucional, el artículo 49.3 de la Constitución, que le permite hacerlo sin el voto de las cámaras, a cambio de someterse a la moción de censura.
La decisión de recurrir a este mecanismo, en lugar de una votación que se veía como muy arriesgada por la falta de una mayoría clara en la Asamblea Nacional, se tomó después de la tercera reunión que mantuvieron en el Elíseo el presidente, Emmanuel Macron, la primera ministra y varios miembros del Ejecutivo.
«Nadie tiene el monopolio para hablar en nombre del pueblo»
La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, ha defendido su reforma de las pensiones ante las dos mociones de censura contra su Gobierno y ha acusado a la oposición de considerar más legítima a la calle, que protesta contra su proyecto, que a las instituciones.
«Nadie tiene el monopolio para hablar en nombre del pueblo», ha dicho la jefa de Gobierno en su discurso de defensa contra las mociones, que serán votadas en los próximos minutos.
Borne, que ha salvado su puesto, ha acusado a la oposición de izquierda de haber «saboteado» el debate sobre la reforma de las pensiones y a la extrema derecha de «no tener alternativa».
«Entiendo la inquietud de la población, sobre todo cuando se les pide un esfuerzo (trabajar dos años más antes de jubilarse) y las manifestaciones que estamos viendo en las calles. Pero esta reforma fue presentada por el presidente Macron durante la campaña (electoral de 2022), no para ganar votos, sino por transparencia», ha señalado.
Ha defendido también varios puntos de su reforma que, ha asegurado, «es necesaria para equilibrar el sistema» y ha rechazado los argumentos de las dos mociones de censura.
Protestas durante este lunes
Los violentos disturbios han estallado en todo el país en los últimos días y los sindicatos han prometido intensificar sus huelgas, dejando a Macron frente al desafío más peligroso a su autoridad desde el levantamiento de los «chalecos amarillos» hace más de cuatro años.
En la ciudad de Burdeos, entre 200 y 300 personas, en su mayoría jóvenes, se reunieron contra la reforma y corearon: «¡Macron, dimisión!». Un par de contenedores de basura han sido incendiados mientras la multitud coreaba: «Esto va a explotar».
Durante las últimas tres noches, los enfrentamientos por la reforma de las pensiones, en París y en todo el país, han estado presentes. De hecho, varias estaciones de metro cercanas a la Cámara Baja han sido cerradas y se ha enviado a la policía para evitar enfrentamientos.
En diferentes puntos del país, como Rennes o Lorient, en Bretaña, numerosas carreteras han sufrido cortes.
Mientras tanto, las continuas huelgas en las refinerías han entrado en su decimotercer día. En las terminales de gas natural licuado (GNL), la huelga se ha prolongado hasta el 27 de marzo en las tres terminales operadas por Elengy, filial de Engie, según ha informado un representante sindical.