En las gasolineras de localidad pontevedresa de Tui, justo en la frontera entre España y Portugal, el goteo de coches lusos es constante. Una de las razones de esta peregrinación es la adquisición de bombonas de butano. Un ejemplo es María, vecina de Valença: «Es mucho mas barata».
Entre un país y otro puede haber una diferencia de hasta 20 euros ya que desde hace unos días, el precio del butano se ha liberalizado en el país vecino. «Mi familia que vive en Portugal pero muy cerca de Galicia viene aquí a buscar el butano porque es más barato», confirma otro usuario.
Del mismo modo que cruzan para comprar una bombona, muchos otros usuarios lo hacen para llenar los tanques de sus vehículos. Se repite la historia: «Nos compensa venir hasta aquí que repostar en Portugal». «Vienes a dar un paseo y de paso echas gasolina», añade entre risas otro cliente. Además de ser más barato, pueden disfrutar del descuento de 20 céntimos que el Gobierno español aprobó: «Ayuda mucho».
Incluso hay muchas personas, como Rafael que hacen acopio: «Lleno el coche y además unas garrafas para así no tener que hacer más viajes». Una situación cada vez más común en nuestras fronteras como consecuencia de la inflación.