La Asociación Española de Pediatría publica un comunicado ofreciendo su respaldo ante la “grave situación sanitaria” que atraviesa el país latinoamericano.
Los pediatras españoles tienden la mano a sus compañeros en Nicaragua. La Asociación Española de Pediatría ha publicado un comunicado para expresar su “apoyo incondicional a los pediatras” de Nicaragua, ante “la grave situación sanitaria” que se está viviendo en el país latinoamericana.
Asimismo, han denunciado el “el impacto perjudicial que tendrá el despido de pediatras nicaragüenses, situación que ya se está produciendo en diferentes hospitales públicos del país, con la consiguiente desprotección de la población infantil, especialmente en el cuidado de los pacientes más enfermos”. Sin olvidar las carencias en “el manejo nutricional y tratamiento de las enfermedades infecciosas y previendo el importante problema que puede acarrear la interrupción de los programas de vacunación pediátricos”.
La Asociación Española de Pediatría es tajante en su rechazo a que los profesionales sanitarios “no puedan desarrollar el más elemental ejercicio humanitario de atender a los heridos. Los profesionales sanitarios nos debemos a la vida, a la salud, y al juramento hipocrático”. Una situación que se agrava al conocer que se tratan de “despidos ilegales y arbitrarios, sin aplicación de ningún artículo, que están sufriendo muchos profesionales sanitarios, así como las persecuciones y amenazas por atender a los estudiantes heridos”.
En este sentido, ha recordado que, como hizo la Federación de Sociedades Científico Médicas de España (FACME), que la Resolución 2286 (2016) de la ONU, aprobada por el Consejo de Seguridad, señala que, en una situación de conflicto armado, el personal sanitario tiene el deber de prestar servicios médicos competentes con plena independencia profesional y moral.
El comunicado también cita las normas aplicables del Derecho Internacional Humanitario, según las cuales no se castigará a nadie por haber ejercido una actividad médica conforme al Código Deontológico. En este sentido, concluyen anhelando “la pronta resolución del conflicto, con la mediación de las organizaciones internacionales competentes”.