El testamento del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, fallecido en junio, reparte la inmensa fortuna del magnate entre sus cinco hijos, que heredarán su imperio empresarial, y sus colaboradores más queridos, como su hermano y la que fue su pareja hasta el final de sus días, Marta Fascina.
Lo revelan las fotografías de sus últimas voluntades publicadas por medios italianos, ya que el político las dejó escritas y firmadas de su puño y letra antes de su muerte.
El magnate, que falleció el 12 de junio a los 86 años a causa de la leucemia que padecía desde hacía tiempo, firmó el documento testamentario más reciente el 19 de enero de 2022 en Arcore, la localidad milanesa donde vivía, justo antes de uno de sus ingresos en el hospital San Raffaele, cuando todavía se desconocía la gravedad de su estado de salud.
El documento termina con una dedicatoria: «Por lo mucho que os quise y lo mucho que me quisisteis. Mucho amor para todos vosotros. Vuestro papá, Silvio».
La fortuna se estimada en más de 6.000 millones
A lo largo de su vida, el ex Cavaliere amasó una fortuna estimada en más de 6.000 millones de euros entre sus empresas y propiedades de todo tipo, desde cuadros, villas, barcos, joyas o helicópteros.
«Estoy yendo al San Raffaele. Si no regresara, os ruego que hagáis lo que os digo. De vuestra herencia de todos mis bienes debéis reservar estas donaciones», se lee en una carta, en la que se dirige a sus hijos y legítimos herederos.
En ella, expresa su deseo de donar 100 millones de euros a su hermano Paolo y otros 30 a su fiel colaborador Marcello Dell’Utri, fundador de su partido Forza Italia y condenado a siete años de prisión por vínculos con la mafia siciliana Cosa Nostra.
Asimismo, Marta Fascina, 53 años más joven y con la que se «casó» simbólicamente en una ceremonia sin valor legal, recibirá otros cien millones de euros.
El notario encargado de dar lectura al testamento, Arrigo Roveda, hizo saber que lo recibió de manos de Fascina en un sobre no sellado ante la presencia de dos testigos, los abogados representantes de los cinco hijos del político multimillonario.
El reparto de Fininvest, que engloba a la antigua Mediaset
La cuestión más importante es a quién irá a parar el emporio de la sociedad de cartera Fininvest, que engloba el coloso televisivo Media For Europe (MFE), la antigua Mediaset, el banco Mediolanum, la editorial Mediolanum y el equipo Monza, en Primera División.
Ya en el primer documento de testamento del magnate, de octubre de 2006, el exmandatario reparte su paquete de acciones en Fininvest, del 61,21%, en «partes iguales» entre sus cinco hijos.
La fortuna, sin embargo, no ha sido dividida en partes iguales. Ya que la ley exige que, en ausencia de cónyuge, dos tercios del patrimonio sí debe ser repartido equitativamente entre los hijos, mientras que el tercio restante puede ser dispuesto a voluntad.
Por lo tanto, los cinco hijos recibirán el 8% de la cuota del patriarca en Fininvest, hasta el 40% «repartible», mientras que el 20% restante se sumará a la cartera de su primogénita Marina y la de Pier Silvio, fruto de su primer matrimonio con Carla Dall’Oglio y los únicos que tienen cargos ejecutivos en su imperio. Juntos podrán controlar el imperio con un 53% de su capital total.
Los otros tres hijos, Barbara, Eleonora y Luigi, son fruto de su matrimonio con la actriz Veronia Lario y siempre tuvieron un papel mucho más discreto.