La región dispone del 33 por ciento de los recursos hídricos del planeta, pero el agua potable es un lujo al que no tienen acceso millones de personas.
Iberoamérica es la región con una mayor disponibilidad de agua de todo el mundo. Dispone del 33 por ciento del total de recursos hídricos del planeta, lo que supone una dotación per cápita de 22.929 metros cúbicos al año.
Sin embargo, esta abundancia de agua no es sinónimo de que su distribución sea equitativa. De hecho, en los países de la región que tienen unas mayores reservas de agua, como Colombia, Nicaragua o Guatemala, tan solo el 60 por ciento de la población tiene acceso directo al agua potable.
De acuerdo con el Tribunal Latinoamericano del Agua, hoy en día alrededor de 77 millones de personas aún no cuentan con acceso al agua potable en la región, de los cuales 51 millones habitan en zonas rurales y los 26 restantes en zonas urbanas.
La brecha de acceso entre las zonas rurales y urbanas es, por tanto, más que evidente. Esto hace que todavía 100 millones de personas en Iberoamérica no cuenten con ningún tipo de cobertura de servicios sanitarios.
Efectos de la desigualdad
Los sistemas de manipulación y extracción del agua siguen siendo muy precarios y, consecuentemente, su adecuado tratamiento se vuelve imposible provocando infinidad de enfermedades. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 85 por ciento de las causas de enfermedades y de muertes en el mundo se asocian con el agua contaminada y la falta de acceso a la misma.
En este sentido Iberoamérica no es una excepción debido a que anualmente se registran 150.000 muertes por enfermedades cuyo origen es la contaminación hídrica, y de estas el 85 por ciento se dan en niños menores de 5 años.