Las monedas digitales exigen una planificación ordenada y un encaje «quirúrgico» con los medios de pago

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El director general y responsable global de Servicios Financieros de Minsait, Borja Ochoa, añade que las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC, por sus siglas en inglés) son una tendencia imparable a nivel global que ha venido para quedarse.

«En los próximos años va a cambiar las reglas del juego de los sistemas monetarios que conocemos a día de hoy, donde la búsqueda de la convergencia con los sistemas actuales de pagos digitales será clave en el éxito de su implantación y aceptación por el ciudadano», ha afirmado en el Digital Coin&European Financial System Sevilla Virtual Summit.

Asimismo, Ochoa ha destacado que el desarrollo de estas iniciativas «puede suponer una gran ayuda para el proceso de inclusión financiera en geografías donde hay bajos niveles de bancarización, mientras que asegurar la estabilidad monetaria y financiera de los Estados es el ‘driver’ principal en las economías más bancarizadas».

Para el director de Estrategia e Innovación Financiera de Minsait, Álvaro de Salas, la llegada de las monedas digitales soberanas puede llevar a replantear a largo plazo algunos aspectos de la política monetaria actual de los bancos centrales.

«En el medio plazo, sin embargo, es muy importante que las CBDC no provoquen un efecto expulsión en los sistemas financieros y esquemas de pago actuales. De hecho, en las iniciativas de monedas digitales de la mayoría de los Bancos Centrales se establece como requisito que las CBDC se integren con los sistemas transaccionales actuales, contando con los intermediarios financieros y los operadores de pago existentes», ha explicado.

Coincide el director de Soluciones de Medios de Pago de Minsait Payments, Miguel Ángel Prieto, que ha destacado el «disruptivo» contexto actual de pagos digitales en los países europeos, marcado por canales alternativos, un e-commerce imparable y la seguridad biométrica.

«Si queremos que la moneda digital fluya y sea aceptada, vamos a tener que estudiar su encaje con todos esos mecanismos y pagos digitales que existen», ha afirmado.

Además, considera que optar por «modelos disjuntos» para los pagos con la moneda digital sería cometer un error, «por las inversiones que todos los agentes han hecho a lo largo de todos estos años y por la forma de operar en la que están inmersos los ciudadanos, y sobre la que no conviene crearles confusión».

Por ello, ambos expertos ven más viables los modelos de CBDC que planteen esquemas no extremos en cuanto a nivel de intermediación, grado de descentralización o uso online y offline de los medios de pago, sin olvidar aspectos tan relevantes como la privacidad.

CONTROL DE RIESGOS Y SEGURIDAD

Otra de las conclusiones de los expertos de Minsait es que la evolución hacia las monedas digitales de los bancos centrales exige una colaboración abierta entre todos los players para controlar posibles riesgos a través de la aportación de sus visiones y reflexiones.

«Es fundamental trabajar de forma coordinada con todos los ‘stakeholders’ adecuados desde punto de vista regulatorio, sector financiero y tecnológico porque hay retos de escalabilidad para proporcionar las infraestructuras que necesiten la monedas digitales», ha destacado De Salas.

La seguridad vinculada a la reactivación de transacciones con blockchain ha sido abordada por Luis Álvarez, consejero delegado de SIA, una compañía de Indra, que ha señalado que se ha establecido como una «tecnología robusta y usable», tanto en el ámbito de las criptomonedas como en su aplicación creciente a los negocios, pero que requiere de mecanismos de protección al igual que cualquier otra aplicación en el ámbito digital.

«Es un mundo en estado incipiente, por lo que hay que tomar precauciones adicionales frente a mercados más maduros como la banca electrónica. De ahí la importancia de contar con la colaboración de especialistas en este ámbito», ha destacado.

Eso se debe a que todos los instrumentos asociados a la cadena de valor de las monedas digitales como el ‘wallet’, las herramientas usadas por los brokers o las soluciones de intercambio de moneda tienen los mismos riesgos: pérdida de credenciales, suplantación de identidad y de software, aplicaciones con vulnerabilidades (bugs) o ataques a páginas webs y lugares de criptomonedas que produzcan denegación de servicios.