Diego Eduardo Martín de la Torre, presidente del Directorio La Viga, confirma las buenas previsiones económicas del país latinoamericano.
“Las primeras inversiones españolas en Perú significaron un punto de inflexión”. Así de claro lo tiene Diego Eduardo Martín de la Torre, presidente del Directorio La Viga, quien ha asegurado a IberoEconomía que “la apuesta de Telefónica hizo que Perú empezase a latir en el radar de las empresas internacionales. Fueron los primeros en descubrir todo el potencial que tenía el país, a pesar de contar con un índice de pobreza del 60 por ciento para ese año”.
Con la apuesta de Telefónica como punta de lanza, Martín afirma que el volumen ha ido creciendo aceleradamente desde 1994, especialmente en sectores estratégicos como son las infraestructuras y la telecomunicación. No obstante, asegura que aún quedan muchas ventanas abiertas para los inversores, por lo que pone sobre la mesa otras opciones que van desde los avances en biotecnología hasta el desarrollo de la oferta turística y cultural del país latinoamericano. “Basta con imaginar el impacto que tendría llevar al cine o a la serie de televisión la obra ‘Travesuras de la niña mala’ de Mario Vargas Llosa”, matiza.
El presidente del Directorio La Viga, que ha participado en el ‘I Congreso Iberoamericano para Presidentes de Compañías y Familias Empresarias’ de la Ceapi, considera que el apoyo de España no solo ayudará a la reactivación de su interés para las inversiones internacionales, sino también para formar parte de los acuerdos internacionales más reconocidos, como es el caso de los esfuerzos que se están realizando para ser, junto con Colombia, uno de los nuevos integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). “Todo esto será de ayuda para que Perú sea un país del ‘primer mundo’ dentro de los próximos 30 años”, pronostica.
En el país latinoamericano, que ha logrado reducir su índice de pobreza al 20 por ciento, se vive un cambio interno que va más allá de la economía y que, incluso, se manifiesta entre su población más joven. “Cuando estoy dando clases en la universidad, me doy cuenta de que el discurso a cambiado. Antes los alumnos decían que iban a ser exitosos a pesar de ser peruanos, mientras que ahora afirman que serán exitosos por ser peruanos”, cuenta el empresario peruano.
Pensamiento ‘verde’ por naturaleza
Cuando analiza el perfil del empresario peruano, Martín encuentra un valor añadido que está alineado con las exigencias de la sociedad actual. “Los emprendedores, en especial los provenientes de Los Andes, cuentan con un respeto innato hacia el medio ambiente, por lo que cuenta con una sensibilidad antropológica”, explica. Una característica clave que les permite encontrar una conexión entre el ámbito económico, social y cultural; al mismo tiempo que “tiene hambre por comerse al mundo, lo que hace que su diversidad sea un activo al momento de encontrar nuevas oportunidades dentro o fuera del país”.