Los ministros de Medio Ambiente de los 27 Estados miembros de la Unión Europea han acordado la madrugada de este miércoles un acuerdo por el que apoyan que a partir de 2035 no se pueden vender en la Unión Europea coches nuevos de diésel y gasolina, es decir, deben ser libres de emisiones de CO2.
La fecha de 2035, pese a no ser aun oficial, se alinea con la que defienden el Parlamento Europeo y la Comisión Europea, con quienes los países tendrán que negociar la normativa definitiva, por lo que virtualmente será la fecha en la que se eliminen las ventas de coches y furgonetas nuevas que emitan CO2.
«Se garantizará la posibilidad de que los conductores puedan recargar sus vehículos en todos los Estados miembros mediante la correspondiente revisión del despliegue de una infraestructura de combustibles alternativos (AFIR, por sus siglas en inglés)», esgrime el comunicado.
Reducción progresiva
El Consejo de la UE, que representa a los Estados miembros, quiere una senda de reducción de emisiones para 2030 del 55% para los automóviles y del 50% para las furgonetas, para llegar a los vehículos de cero emisiones en 2035.
Los países acordaron que en 2026 la Comisión Europea examine los progresos realizados y los objetivos en función de los avances tecnológicos que se produzcan, con el foco en los vehículos híbridos enchufables.
En 2021, el 19,6% de los coches nuevos vendidos en la UE fueron eléctricos, incluyendo los híbridos enchufables, frente al 11,9% en 2020, según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA).