La ayuda ha llegado hasta los 30 millones de niños durante el curso escolar 2017-2018
El programa de la UE de consumo de frutas, hortalizas y leche en los centros escolares se reanuda con el inicio del curso escolar en los países de la UE que participan en él.
Destinado a fomentar hábitos alimentarios saludables entre los niños, el programa de la UE consistirá en la distribución de fruta, hortalizas y productos lácteos, así como en programas educativos específicos para concienciar a los escolares de la importancia de una buena nutrición y explicarles cómo se producen los alimentos.
La iniciativa para fomentar una alimentación saludable, en la que participa un creciente número de escuelas, llegó a más de treinta millones de niños en la Unión Europea durante el curso escolar 2017-2018.
Phil Hogan, comisario europeo de Agricultura y Desarrollo Rural, ha declarado que “es importante saber de dónde vienen nuestros alimentos y lo mucho que cuesta producirlos. Con los programas escolares de la UE, los niños no solo adquieren conocimientos sobre la agricultura y la producción de alimentos, sino que también prueban productos de calidad y se benefician de sus valores nutricionales. ¡Nunca es demasiado pronto para disfrutar de una buena comida!”
En el marco del programa, cada curso escolar se reservan 150 millones de euros para la distribución de frutas y hortalizas, y100 millones de euros para la de leche y otros productos lácteos.
Aunque la participación es voluntaria, todos los Estados miembros de la UE han decidido participar, bien en todo el programa, bien en una parte de él. Las asignaciones nacionales de los 28 Estados miembros que participan en el régimen en el curso escolar 2018-2019 fueron aprobadas y adoptadas por la Comisión Europea en marzo de 2018. Los Estados miembros también pueden complementar la ayuda de la UE con ayudas nacionales para financiar el programa.
La elección de los productos distribuidos se basa en consideraciones relacionadas con la salud y el medio ambiente, la estacionalidad, la variedad o la disponibilidad. Los Estados miembros pueden fomentar la compra de productos locales o regionales, los productos ecológicos, las cadenas de suministro cortas, los beneficios medioambientales y los regímenes de calidad agraria.
La distribución de frutas, hortalizas y leche que acaba de iniciarse va acompañada de una variedad de actividades educativas para los escolares. Casi todos los países han creado comisiones en las que participan autoridades y partes interesadas de los sectores de la agricultura, la sanidad y la educación, varias de las cuales se reunieron durante el curso escolar para supervisar las actividades programadas.