Hasta el cierre del año, España suma un total de 74.430 resoluciones de asilo de refugiados sin resolver.

La gestión de las peticiones de asilo son una asignatura pendiente para España. Al cierre de 2018, el país europeo sumaba un total de 74.430 resoluciones de asilo de refugiados sin resolver. Una cifra que se alcanzó debido a que, según el informe Focus on Spanish Society (editado por la Fundación de Cajas de Ahorros), España ha resuelto en los nueve primeros meses del año un número de solicitudes equivalente a una cuarta parte de las que tenía pendientes a finales de 2017.

En concreto, las autoridades de inmigración españolas resolvieron en 2015 un total de 3.245 solicitudes de asilo, una cifra que representaba el 43 por ciento de las solicitudes pendientes a finales del año anterior. En 2016, fueron 10.250 (62 por ciento) y en 2017, 12.060 (59 por ciento). Teniendo en cuenta el número de solicitudes resueltas en los nueve primeros meses de 2018 (9.060), es probable que 2018 arroje una cifra similar a la del año pasado. No obstante, a 1 de diciembre, aún estaban pendientes de resolución 74.430 solicitudes.

Consciente del reto que supone para la eficiencia de la gestión migratoria, el Gobierno de España ha aprobado un acuerdo para autorizar el Programa Nacional de Reasentamiento 2018, por el que se ofrecen 1.200 plazas para reasentar refugiados durante el próximo año. En la misma línea, la medida busca dar respuesta al Pacto Global sobre los Refugiados diseñado por Acnur y adoptado por la Asamblea General el pasado 17 de diciembre, así como por la Unión Europea.

Venezolanos

Las peticiones de asilo de venezolanos se han disparado durante los últimos años. Ante una diáspora cada vez más grande, el Ministerio del Interior ha publicado algunos datos que permiten conocer algunas de las tendencias del proceso migratorio del venezolano.

Los últimos datos publicados indican que el último trimestre del año recibe el mayor número de peticiones de asilo. Durante 2016, por ejemplo, los meses con más demanda de asilo fueron octubre (526), noviembre (785) y diciembre (522). Unos niveles muy superiores a los que, por ejemplo, se obtuvieron durante enero o febrero (129 cada uno) de dicho año o los entre 200 y 300 que tuvieron de media durante el verano.

Si se analiza el año anterior, la tendencia se repite. Durante los meses de octubre (85), noviembre (138) y diciembre (1150) se lograron las tasas más altas de peticiones de asilo, mientras que en enero (18), febrero (21), y marzo (19) del mismo año el volumen fue significativamente inferior. No en vano, los meses de verano cuentan con un pequeño aumento, pero siempre inferior a los registrados durante el último trimestre del año.