Los esfuerzos irán destinados a la capital del país latinoamericano, así como a cuatro ciudades más del mundo.
La Fundación Rockefeller, junto a Arup, apoyará a México a prepararse y a responder mejor a los impactos y las tensiones en sus sistemas de agua. Una iniciativa que también llegará a otras cuatro ciudades del mundo y que están enmarcadas en el ‘Proyecto Global de Resiliencia Hídrica’.
Específicamente, las ciudades son Amán, Ciudad del Cabo, Ciudad de México, la zona metropolitana y playas de Miami, y Hull. Un grupo que han sido seleccionadas por representar la variedad de desafíos hídricos a los que se enfrentan las ciudades de todo el mundo. Así como también por su compromiso a la hora de adoptar un enfoque estratégico para la resiliencia, así como por su diversidad económica, geográfica y demográfica.
Tanto los datos obtenidos como sus conclusiones serán empleados para establecer indicadores cualitativos y cuantitativos, con el objetivo de medir la resiliencia hídrica de las ciudades. Como resultado, el marco será un estándar global que permita diagnosticar los desafíos relacionados con el agua para informar sobre futuras planificaciones y decisiones de inversión.
Ciudad de México, con 21,3 millones, experimenta un rápido crecimiento y depende en gran medida de los acuíferos subterráneos, de modo que corre un grave riesgo de quedarse sin agua en el futuro. Por su parte, Hull, en Yorkshire, Reino Unido, tiene una población de 323.000 habitantes. Con el 90 por ciento de la ciudad por debajo de la línea de pleamar, es particularmente vulnerable al aumento del nivel del mar. Las grandes inundaciones han afectado a numerosas áreas de la ciudad en los últimos años.
El vicepresidente senior de ‘City Solutions at 100 Resilient Cities’, Andrew Salkin, ha destacado que de más de 1.000 solicitudes para crear la red de 100 ciudades resistentes, más del 60 por ciento alegaron problemas con el agua. «Tenemos una gran oportunidad para que este conjunto de ciudades ofrezca el conocimiento y experiencia a las urbes de todo el mundo que luchan contra los retos relacionados con el agua», ha manifestado.
Para el responsable global de agua de Arup, Mark Fletcher, el clima cambiante junto con la expansión de superficies urbanizadas está aumentando la frecuencia de las crisis relacionadas con la resiliencia de las ciudades al agua. «Cada vez más, las precipitaciones, inundaciones y sequías impredecibles afectan al ciclo del agua en las urbes«, ha manifestado.
En definitiva, considera que al analizar la amplia gama de contratiempos y problemas que puedan surgir en los diferentes contextos, el proyecto ayudará a las ciudades a comprender cómo evaluar los riesgos, además de a priorizar tantos las acciones como las inversiones para que sean más resilientes.