La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) dio a conocer que en la compra de los bonos corporativos incluirá a los llamados ‘ángeles caídos’
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha decidido comenzar a comprar bonos corporativos de forma directa en el mercado secundario como parte de su respuesta frente a la crisis generada por el Covid-19, según ha anunciado el instituto emisor este lunes en un comunicado.
La compra de bonos se realizará a través del instrumento que la Fed anunció hace semanas para facilitar el acceso al crédito de las empresas en el mercado secundario. Hasta ahora, la autoridad monetaria únicamente había indicado que compraría deuda corporativa a través de fondos cotizados.
El banco central estadounidense tiene previsto realizar las compras de acuerdo a un índice propio (Broad Market Index), que se actualizará cada cuatro o cinco semanas. La Fed ha subrayado que el objetivo de este índice es «replicar» la composición del «amplio y diversificado» universo de los bonos del mercado secundario.
Al igual que otros bancos centrales, como el BCE, los bonos que compre la Fed tendrán que cumplir una serie de criterios. No podrán tener un periodo de vencimiento superior a cinco años en el momento de la compra, no podrán pertenecer a empresas radicadas en el extranjero y necesitarán contar con una calificación por parte de las agencias de rating situada en el grado de inversión.
Asimismo, la Fed ha impuesto otros dos requisitos adicionales a las compras. Los bonos adquiridos por la Fed no podrán superar el 10% del volumen de deuda emitida en forma de bonos por una determinada empresa y el peso de una única firma no podrá superar el 1,5% en el total del programa de compra de deuda corporativa.
La Fed también ha explicado que no comprará deuda de empresas que, aunque estén radicadas en Estados Unidos, cuenten con una participación mayoritaria o estén controladas por gobiernos extranjeros.
Por otro lado, el organismo presidido por Jerome Powell ha indicado que, en caso de que una empresa deje de ser elegible para las compras, ya sea porque entre en bancarrota o porque sufre una rebaja de rating, la Fed no venderá los bonos ya adquiridos. Simplemente se limitará a excluir a esa empresas del índice y dejar de comprar deuda adicional.
En lo que respecta a los ‘ángeles caídos’, empresas que estaban situadas en el grado de inversión pero que, debido a la crisis, se han situado en el grado de especulación, la Fed ha asegurado que los tendrá en cuenta en su programa. Así, si una empresa contaba una nota ‘BBB-‘/’Baa3’ antes del 22 de marzo y mantiene una calificación por encima de ‘BB-‘/’Ba3’ en el momento de la compra, será elegible para el programa.
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