La expulsión de médicos cubanos deja a 28 millones de brasileros sin asistencia

La Confederación Nacional de Municipios de Brasil considera necesaria la presencia de los 14.000 médicos cubanos.
La Confederación Nacional de Municipios de Brasil considera necesaria la presencia de los 14.000 médicos cubanos.

La Confederación Nacional de Municipios considera necesaria la presencia de los 14.000 médicos cubanos para garantizar la atención sanitaria en Brasil.

15.75 municipios en todo Brasil recibían asistencia sanitaria de los médicos cubanos.
15.75 municipios en todo Brasil recibían asistencia sanitaria de los médicos cubanos.

La Confederación Nacional de Municipios (CNM) de Brasil señaló que el fin de la participación de médicos cubanos en el programa social «Más médicos» dejará sin cobertura sanitaria a más de 28 millones de personas en el país.

«La salida de esos médicos sin garantía de otros profesionales puede generar la desasistencia básica de salud a más de 28 millones de personas», informó la entidad la semana pasada en un comunicado.

La CNM contabilizó 15.75 municipios en todo Brasil en donde la única asistencia era brindada por un médico cubano, el 80% de estos municipios están poblados por menos de 20.000 habitantes.

La asociación de municipalidades también señaló que la situación es de «extrema preocupación» y que debe encontrarse una solución a «corto plazo», puesto que la salida de los médicos cubanos es inminente.

El programa «Más Médicos» fue creado por el Gobierno de la expresidenta Dilma Rousseff (2011-2016) en 2013 para ofrecer asistencia sanitaria a regiones pobres y de difícil acceso, sobre todo del norte y noreste del país.

Ante la falta de médicos brasileños dispuestos a cubrir las plazas ofrecidas el Gobierno brasileño recurrió a convenios con varios países, entre ellos con Cuba, que aporta a buena parte de los profesionales (unos 8.500 del total de más de 16.000 profesionales).

El Gobierno cubano anunció el pasado 13 de noviembre el fin de su participación en el programa en base a las declaraciones «despreciativas y amenazadoras» del presidente electo, Jair Bolsonaro.