El presidente ha solicitado que el Parlamento Europeo y los Estados Miembros tomen las medidas necesarias para cumplir los objetivos antes de terminar el próximo ejercicio.
Los ciudadanos y empresas europeas se beneficiarán de una mayor integración financiera. Al menos, ese es el objetivo que persigue la Comisión Europea al solicitar la aceleración de la unión bancaria dentro de la región. Una medida que permitirá contar con un sistema financiero más estable.
“La unión bancaria debe completarse para aprovechar todo su potencial a la hora de hacer la Unión Económica y Monetaria (UEM) más estable y resistente a los choques, limitando al mismo tiempo la necesidad de que el sector público comparta los riesgos. Esto es beneficioso para todo el mercado único”, ha explicado en un comunicado.
Basándose en los importantes progresos ya registrados, la Comisión ha establecido una ambiciosa hoja de ruta para garantizar un acuerdo sobre todos los elementos pendientes de la unión bancaria, sobre la base de los compromisos ya asumidos. Esto precede la cumbre de diciembre sobre el euro con una composición integradora, cumbre en la que la finalización de la unión bancaria centrará una parte de los debates sobre la profundización de la Unión Económica y Monetaria. Junto con la unión de los mercados de capitales (UMC), la culminación de la unión bancaria fomentará un sistema financiero estable e integrado en la UE.
El presidente Jean-Claude Juncker reiteró que la unión bancaria solo puede funcionar “si la reducción de riesgos y su reparto van de la mano”. La Comisión ya ha propuesto medidas para reducir aún más los riesgos y mejorar su gestión en los bancos. Por ejemplo, el pasado noviembre, presentó un paquete global, con modificaciones de la legislación bancaria. La Comisión insta ahora al Parlamento Europeo y a Estados miembros a avanzar con rapidez.
Aunque reconoce la tendencia actual de disminución de los préstamos no productivos, la Comisión propone nuevas medidas para reducirlos y ayudar a los bancos a diversificar sus inversiones en bonos soberanos. En cuanto al reparto de riesgos, la Comisión ofrece algunas sugerencias para facilitar los avances en el Parlamento Europeo y en el Consejo en relación con las medidas encaminadas a un Sistema Europeo de Garantía de Depósitos (SEGD), que garantizará los depósitos de los ciudadanos en la unión bancaria a nivel central, lo que constituye un elemento crucial de la unión bancaria todavía pendiente de realizar.
La Comunicación también incluye medidas rápidas cara a un mecanismo común de protección presupuestaria de última instancia, al que se comprometieron los Estados miembros ya en 2013, a fin de garantizar la solidez del sistema y que el Fondo Único de Resolución disponga de recursos suficientes aun en caso de varias grandes resoluciones bancarias simultáneas.
El vicepresidente Valdis Dombrovskis, responsable de Estabilidad Financiera, Servicios Financieros y Unión de los Mercados de Capitales, ha declarado que “queremos un sector bancario que absorba las crisis y comparta los riesgos por vías privadas, garantizando así que los contribuyentes no sean los primeros en pagar. Hoy estamos presentando ideas prácticas para avanzar en paralelo con el reparto y la reducción de riesgos. Esperamos que aporten elementos útiles de reflexión para los colegisladores de la UE a fin de alcanzar un consenso sobre las medidas restantes de aquí a 2018”.