Los avances se han realizado en modelos experimentales donde una proteína ha logrado bloquear los linfocitos TCD4+, origen de la enfermedad y de su progresión.
Un grupo de investigadores brasileños ha logrado, en modelos experimentales, prevenir que el asma alérgica progresara gracias a que aumentaron la cantidad de una proteína, la cual, a su vez, bloqueó los linfocitos TCD4+ responsables de producir una citoquina que desencadena una cascada de eventos que provocan la aparición y progresión de la enfermedad.
Los investigadores, cuyo trabajo ha sido publicado en el ‘Journal of Allergy & Clinical Immunology’, realizaron experimentos con cultivos celulares de ratones y humanos, así como ratones transgénicos. Así, lograron comprobar que el gen Blimp-1 se sobreexpresa, aumenta la producción de la proteína que codifica, llamada Blimp-1 y que la acción de los linfocitos que producen IL-9, una citoquina que causa alergia.
«Las personas con asma alérgica o bronquial son actualmente recetados con medicamentos, como los antihistamínicos, broncodilatadores y corticosteroides, que inhiben los síntomas de la enfermedad pero también inhiben la respuesta celular, incluida la de los linfocitos TH2. El punto clave de nuestro hallazgo es que el bloqueo de IL-9 debilita la respuesta de las células TH2, lo que ralentiza la progresión de la enfermedad», han dicho los investigadores.
Los linfocitos TH2 conducen a la producción de sustancias que causan los síntomas, por lo que esta estrategia de tratamiento apunta solo a los síntomas como rinorrea (secreción nasal) o falta de aliento. «Lo que descubrimos es que, si otros linfocitos T, llamados células TH9, están bloqueados, la enfermedad se resolverá de manera efectiva y se detendrá la producción de sustancias que causan los síntomas», han añadido los científicos.
Ratones transgénicos
Ahora bien, para probar la hipótesis de que Blimp-1 juega un papel importante en la resolución de alergias, los investigadores crearon ratones transgénicos con este gen desactivado en sus linfocitos T. Debido a que el gen tiene otras funciones no se pudo silenciar completamente, por lo que utilizaron una técnica llamada desactivación condicional para lograr que el gen no funcionara solo en las células T.
A continuación, los investigadores inyectaron dosis de ovoalbúmina y luego introdujeron la misma sustancia en las fosas nasales de los animales (instilación intranasal), produciendo una enfermedad inflamatoria de las vías respiratorias como resultado de una alergia a la proteína de la clara de huevo. Cuando analizaron las reacciones en los dos grupos de animales,encontraron que los ratones sin Blimp-1 sufrieron los efectos de la alergia mucho más que los ratones que tenían el gen activo.
Una vez lograron demostrar el papel de Blimp-1 en la inflamación, los investigadores crearon un método para sobreexpresar el gen para ver si la cantidad anormalmente grande de proteína producida inhibiría la producción de la citoquina IL-9. Posteriormente, recolectaron muestras de células mononucleares de sangre periférica humana tanto en personas sanas como en pacientes con asma alérgica.
Las células sanguíneas recibieron un virus inocuo o un virus que contenía Blimp-1, que se convirtió en parte del ADN de las células. En células de personas sanos y asmáticas, Blimp-1 produjo grandes cantidades de proteínas e inhibió la producción de TH9, que produce IL-9. Ahora bien, aunque la IL-9 se expresó en las células de individuos sanos y asmáticos, su expresión fue más intensa en este último. El mismo resultado se observó en un experimento similar con células murinas.
Basándose en estos hallazgos, el grupo ahora planea desarrollar medicamentos capaces de inducir la expresión de Blimp-1 para controlar las células TH9. «Estamos probando su papel en la regulación de las células TH9 utilizando otros modelos experimentales, como los tumores, pero es demasiado pronto para sacar conclusiones», han zanjado los expertos.