El banco estadounidense Goldman Sachs Group Inc. ha comunicado este jueves que cierra sus operaciones en Rusia, convirtiéndose en el primer gran banco de Wall Street en salir de este país tras la guerra en Ucrania.
Operar en Moscú ha sido cada vez más difícil para las entidades financieras occidentales desde que se pusieron en marcha las sanciones europeas impuestas a Rusia.
«Goldman Sachs está liquidando su negocio en Rusia en el cumplimiento de los requisitos reglamentarios y de concesión de licencias», ha asegurado la entidad neoyorkina en un comunicado.
Según apunta Reuters, fuentes cercanas han asegurado que el banco terminaría de finalizar sus operaciones antes de salir completamente de ellas. La pérdida, en este caso, sería «irrelevante», tal y como aseguran las mismas fuentes.
En su presentación anual de 2021, el banco tenía una exposición crediticia en Rusia por un valor de 650 millones de dólares. Los datos del Banco de Pagos Internacionales elevan esa cantidad a 14.700 millones de dólares.
La empresa de servicios financieros Citigroup comunicó este miércoles que estaba operando su negocio de consumo en Rusia sobre una base más limitada, mientras mantiene sus planes previos para vender la franquicia. Tras esta decisión, aún quedan bancos estadounidenses operando en Rusia, como JPMorgan, que se ha negado por el momento a comentar cuáles son sus planes.
Rusia ya había limitado la retirada de divisas extranjeras
El Banco Central de Rusia anunció el pasado martes que los ciudadanos con divisas extranjeras no iban a poder retirar más de 10.000 dólares en efectivo hasta el 9 de septiembre. Esta fue una medida de respuesta ante las sanciones europeas dirigidas al tejido financiero ruso.
El banco ruso advirtió además que «los bancos pueden tardar varios días de facilitar la cantidad requerida en efectivo a la sucursal en cuestión».
Este intercambio de «ataques financieros» se produce en medio de un conflicto en el que Europa acordó un paquete de sanciones económicas dirigidas a «dañar» el sistema financiero ruso y restringir su entrada en el mercado energético mundial.
Estados Unidos, por su parte, también ha ido aumentando el calibre de sus sanciones y el pasado martes Joe Biden prohibió las importaciones de gas y petróleo rusos en su país.