El gobierno Francés va a obligar a Amazon a imponer una tarifa mínima de gastos de envío de 3 euros para los pedidos de libros de menos de 35 euros y tratar así de compensar la diferencia de precio entre las librerías tradicionales y la multinacional del comercio electrónico.
Una ley francesa del año 2014 ya prohíbe la entrega de libros gratuitos sin costes de envío, pero Amazon y otros proveedores de envíos a domicilio como Fnac han eludido esta ley cobrando un céntimo por la entrega, frente a los siete euros que suelen cobrar las librerías locales por el mayor coste de envío al ser un pequeño comercio.
En diciembre de 2021 se aprobó una nueva norma para limitar los envíos de un céntimo, pero no había entrado en vigor hasta que el gobierno decidiese la tarifa mínima.
Una norma para «restaurar» el equilibrio
«Esto adaptará la industria del libro a la era digital al restaurar un equilibrio entre las grandes plataformas de comercio electrónico,
que ofrece entrega virtualmente gratuita para libros, sea cual sea el pedido de tamaño y librerías que no pueden igualar estos precios de entrega», han señalado los ministerios de Cultura y Finanzas en un comunicado conjunto.
Además, Francia notificará a la Comisión Europea su plan y la tarifa mínima de entrega se hará efectiva seis meses después de que la UE conceda su aprobación.
El Ministerio de Cultura ha dicho que la tarifa de tres euros -que incluye impuestos – no se puede eludir a través de programas de fidelización al cliente o compras conjuntas de libros y otros artículos.
Sin embargo, los pedidos por valor superior a 35 euros en línea, sí que podrán seguir ofreciendo una tarifa de entrega de un céntimo.
«La tarifa de envío de tres euros no es un impedimento para los compradores. El umbral de los 35 euros favorecerá», asegura el Gobierno.
Desde Amazon no se han pronunciado al respecto, pero un portavoz de la compañía ya había declarado previamente que si se impone esa norma iba a impulsar la inflación e iba a afectar especialmente a los lectores de zonas rurales.
Las librerías en Francia han sobrevivido al auge de Amazon gracias a una ley de 1981 que prohíbe los descuentos en los precios de los libros nuevos, pero dicen que la capacidad del gigante estadounidense todavía sesga el mercado.
Desde la Asociación de Librerías Francesas, SLF, se ha señalado en un comunicado que la tarifa de tres euros es insuficiente, ya que significa que las librerías seguirán vendiendo a pérdidas y ha pedido que les bajen los impuestos de envío.
En 2019 más del 20% de los 435 millones de libros vendidos en Francia se compraron en línea y la cuota de mercado de 3.300 librerías independientes ha ido disminuyendo lentamente debido a competencia de comercios en línea como Amazon, Fnac y Leclerc.