El encuentro con el próximo presidente de México dependerá de la disponibilidad del Rey de España, quien tiene interés en aproximarse a América Latina
La presencia del Rey de España está aún por confirmar. El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, ha avanzado este martes que el Rey Felipe VI asistirá a la toma de posesión del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que tendrá lugar el 1 de diciembre. «Esperamos que sea posible en función de la agenda del Rey, pero yo creo que sí será posible», ha dicho.
En cambio, preguntado por la posibilidad de que los Reyes viajen a Cuba, una opción que ya tuvo sobre la mesa el anterior Gobierno, ha asegurado que todavía no se ha empezado a hablar de eso, en declaraciones a los periodistas tras participar en un desayuno informativo.
Borrell ha respondido así a la pregunta de si esa visita de los Reyes se pondría sobre la mesa en caso de un encuentro entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de Cuba, Miguel Miguel Díaz-Canel. Según la Cadena Ser, Madrid y La Habana trabajan en un encuentro de ambos en el marco de la Asamblea General de la ONU.
El ministro no ha hablado de Cuba pero sí de la previsión de que Felipe VI acuda a la toma de posesión de López Obrador. Todo ello en un momento en el que el Gobierno está buscando una fórmula estable para la representación de España en las tomas de posesión de los presidentes iberoamericanos.
Fórmula estable
Se trata, según han explicado recientemente fuentes diplomáticas, de encontrar una fórmula que dé continuidad y que, al mismo tiempo, permita a España sacar el máximo partido a esa participación en las tomas de posesión. Desde 1996 y hasta su proclamación fue Felipe el que, en su condición de heredero y Príncipe de Asturias, asumía la representación de España en estos actos, lo que le permitió tejer una amplia red de contactos y conocer en profundidad una región clave en la política exterior española.
Desde la proclamación de Felipe VI como Rey, esta responsabilidad la han ido ejerciendo de manera intermitente diversas autoridades, desde el monarca emérito al presidente del Gobierno de forma ocasional y hasta el presidente (ahora presidenta) del Congreso, pero ninguna de estas opciones convence al Ejecutivo. La de López Obrador es la próxima cita en la agenda.
La representación de España en estas tomas de posesión la decide el Consejo de Ministros caso por caso, en su última reunión antes del acto en cuestión y de acuerdo con la Casa del Rey, y para la de López Obrador aún faltan más de dos meses.