IberoEconomía descubre que la legislación de Donald Trump está revocando la visa a los padres de jóvenes venezolanos con asilo en Estados Unidos.
Estados Unidos está deportando a los padres de venezolanos con asilo político. Fuentes fidedignas han confirmado a IberoEconomía que los controles migratorios están negando el acceso a Estados Unidos a aquellos viajeros que tengan familiares en situación de asilo dentro del país, sumado a la suspensión de la visa por un plazo mínimo de 10 años o, incluso, la prohibición total de acceso a la nación norteamericana de por vida.
Alejo Gómez es uno de los venezolanos que ha vivido la situación recientemente. Según indica a IberoEconomía, lleva cuatro años viviendo en Estados Unidos bajo la figura del asilo, período en el que ha recibido la visita de su madre hasta en cinco ocasiones. Sin embargo, todo cambió durante la última semana de septiembre. “Mi madre tomó un vuelo de Valencia [Venezuela] hacia Aruba, y de ahí hacia Miami. Los agentes de migración la retuvieron alegando que tenía dos hijos en Estados Unidos con asilo. Esa fue la única explicación que le dieron para hacerla pasar una noche de prisión y devolverla a Venezuela con una penalización de 10 años sin visa”, explica.
Gómez afirma que el trato recibido por su madre ha sido humillante. “Lo único que ha faltado para ser una presa común ha sido que la esposaran y le dieran un uniforme. Del resto, tuvo que dormir en las literas de sábanas sucias de una celda, ser transportada en un vehículo con rejas y verse privada de un baño limpio”, precisa. Ahora, ya de vuelta en Venezuela, la madre de Alejo tendrá que esperar una década para volver a pisar suelo norteamericano.
El ‘efecto Trump’
Para el joven venezolano, el cambio en el criterio migratorio responde al ‘efecto Trump‘. A su entender, desde la llegada del actual presidente de Estados Unidos al poder se han reforzado el control migratorio, aumentado el control sobre los casos de asilo de venezolanos y construido nuevas trabas en el proceso para lograr una situación de legalidad en el país norteamericano. De lo contrario no se explica “por qué una persona que había venido a Estados Unidos hasta cinco veces con sus hijos en asilo, ahora queda deportada”.
No es un caso aislado
La historia de Alejo no se trata de un caso aislado. Como ha logrado conocer IberoEconomía, hay al menos una veintena de personas que han vivido la misma situación. Durante el último fin de semana se han devuelto a un grupo de venezolanos que tenían el mismo perfil: Padres de venezolanos con asilo político en Estados Unidos.
A diferencia de la madre de Alejo, algunos de los deportados “han sido presionados para que firmen un papel solicitando su deportación. Así como han realizado con algunos inmigrantes de Centroamérica en la frontera con México”. La diferencia radica en que, para aquellos que firman el documento, la sanción no será de 10 años, sino que tendrá prohibida la entrada a Estados Unidos para el resto de su vida.
Según ha tenido conocimiento este diario, las deportaciones y situaciones más tensas se han vivido “con oficiales migratorios de origen portorriqueño”. “No sólo han negado el acceso, sino que han maltratado psicológicamente a nuestros padres”, indican fuentes que prefieren permanecer en el anonimato. Una situación que empeora para quienes han mentido y negado u ocultado la presencia de sus hijos en Estados Unidos, ya que se considera como un intento fraudulento para acceder al país norteamericano.
España, un nuevo comenzar
Alejo, quien cuenta con tres hijos (de seis y cuatro años, y de dos meses), no tiene previsto pasar 10 años sin poder ver a sus padres. ¿La solución? Empezar de nuevo una vez más. Esta vez en España. “Es un país que conozco. Tuve cinco meses viviendo en él y durante alguna vacación. Es mi próximo destino y sólo lamento que, por estar desinformado, invertí cuatro años de mi vida en Estados Unidos en lugar de en España”.