El magnate tecnológico Elon Musk, que se encuentra ultimando los detalles para la adquisición de Twitter, ha anunciado este martes que el acuerdo de compra no avanzará hasta que el director general de la red social no muestre públicamente la prueba de que sus cuentas falsas no superan el 5% del número total de usuarios.
Musk realizó una oferta de aproximadamente 44.000 millones de dólares para hacerse con el control de la red social, aunque ahora ha apuntado a la posibilidad de revisar a la baja esta cantidad. «Mi oferta se basó en que las presentaciones de la SEC -Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos- sobre Twitter eran precisas. Ayer, el CEO de Twitter se negó públicamente a mostrar pruebas de que las cuentas falsas eran menos del 5%. Este acuerdo no puede avanzar hasta que él lo haga», ha manifestado el magnate de origen sudafricano en un tuit.
Después de paralizar su oferta «temporalmente» la semana pasada, a la espera de obtener la información sobre el número real de cuentas falsas de Twitter, Musk ha llegado a decir que sospechaba que estas suponían hasta el 50% del número total de usuarios, una cifra muy superior a los cálculos oficiales de Twitter, que estiman sus cuentas fake en un 5%. «No se puede pagar el mismo precio por algo que es mucho peor de lo que decían», aseguró este lunes en la conferencia All-In Summit 2022, que se celebra en Miami.
Las nuevas dudas sobre si el multimillonario procederá a la adquisición de la compañía en el plazo acordado han provocado que las acciones cayeran el lunes más del 8%, para cerrar en 37,39 dólares, uno de los niveles más bajos desde que Musk reveló su participación en la empresa a principios de abril y posteriormente hizo una oferta para hacerse con su control.
Controversia con el director general de Twitter
El director general de Twitter, Parag Agrawal, tuiteó el lunes que las estimaciones internas de cuentas falsas en su plataforma durante los últimos cuatro trimestres han estado «muy por debajo del 5%», respondiendo a las críticas de Musk sobre la gestión de la compañía de este tipo de cuentas. Agrawal argumentó que su metodología para identificar cuentas spam se ha mantenido igual desde 2013, y que se trata de una estimación que no se puede reproducir externamente, ya que hay que revisar tanto la información pública como privada para determinar si una cuenta es falsa.
Musk respondió a la defensa de Agrawal de su metodología con el emoticono que representa un excremento. «Entonces, ¿cómo saben los anunciantes lo que obtienen por su dinero? Esto es fundamental para la salud financiera de Twitter», escribió después el magnate.
En su hilo de mensajes, Agrawal indicó que la red social todos los días suspende más de medio millón de cuentas de spam «incluso antes de que los usuarios puedan verlas». «El desafío más difícil es que muchas cuentas que parecen superficialmente falsas, en realidad, son personas reales. Y algunas de las cuentas falsas que en realidad son las más peligrosas, y causan el mayor daño a nuestros usuarios, pueden parecer totalmente legítimas», añadió. Según Agrawal, esta es la razón por la que el equipo de Twitter no puede identificar todos los perfiles falsos.
A comienzos de mayo, Twitter estimó que las cuentas falsas y los mensajes considerados como spam representaron durante el primer trimestre de 2022 menos del 5% de sus usuarios activos monetizables, cuando la red social registró 229 millones de usuarios a los que se les sirvió publicidad. No obstante, la compañía puntualizóque dicha estimación de cuentas falsas podía «no representar con precisión la cantidad real», admitiendo que esta «podría ser más alta de lo estimado».