El Senado de Estados Unidos ha aprobado este domingo el ambicioso plan climático, sanitario y fiscal de los demócratas, en una votación en la que se han necesitado todos los votos progresistas de la Cámara más el voto de desempate de la vicepresidenta, Kamala Harris.
La Ley de Reducción de la Inflación, nombre oficial del proyecto, ha salido adelante gracias a la disciplina de voto de los senadores demócratas, que han aguantado una sesión maratoniana de más de 20 horas de debate y enmiendas en la que los republicanos han tratado de forzar votaciones políticamente difíciles con la intención de echar por tierra el consenso progresista.
El proyecto ha salido adelante a pesar de la aprobación de una de las últimas enmiendas republicanas, dirigida a limitar la recaudación de un impuesto mínimo del 15% a las compañías que ganan más de 1.000 millones de dólares, gracias al apoyo de la senadora demócrata díscola Kyrsten Sinema.
A pesar de la complicada tramitación, el grupo parlamentario ha logrado mantenerse unido y ha votado al unísono a favor del plan, incluidos los senadores díscolos Sinema y Joe Manchin, cuyo reciente apoyo a la propuesta ha revivido un plan que se creía muerto hasta hace poco más de una semana.
El proyecto requería el voto afirmativo de todos los demócratas para salir adelante, ya que todos los republicanos estaban en contra. Actualmente, el Senado se encuentra dividido 50-50 entre progresistas y conservadores, aunque los demócratas tienen el voto de desempate de la vicepresidenta.
400.000 millones de dólares en nuevas inversiones
La Ley de Reducción de la Inflación contempla más de 400.000 millones de dólares en nuevas inversiones, casi todas centradas en dar un impulso a la industria de la energía verde y a reducir las emisiones de gases contaminantes.
Supondría la mayor inversión pública contra el cambio climático en la historia de Estados Unidos. Sus partidarios estiman que servirá para reducir en un 40% las emisiones contaminantes del país de aquí a 2030.
Para financiarlo, los demócratas proponen un impuesto mínimo del 15% a las compañías con beneficios superiores a los 1.000 millones de dólares, y reforzar la agencia de recaudación de impuestos para hacer más difícil evitar pagos, entre otras cosas.
Además, el plan permitiría que Medicare, un programa de cobertura sanitaria para las personas mayores de 65 años, pueda negociar los precios de las medicinas recetadas.
La Casa Blanca espera que esto reduzca los precios de los medicamentos y ayude en parte a reducir las presiones de la elevada inflación, del 9,1% en junio, además de contribuir a reducir el déficit público.
Biden celebra la aprobación del proyecto de ley
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha celebrado la aprobación en el Senado del proyecto de ley. «Me presenté a las elecciones prometiendo hacer que el Gobierno vuelva a trabajar para las familias trabajadoras, y eso es lo que hace esta ley», ha dicho el mandatario en un comunicado remitido por la Casa Blanca.
Biden ha agradecido también al líder de los demócratas en la Cámara Alta, Chuck Schumer, y a todos los miembros del Partido Demócrata su trabajo.
«Ha requerido transigir mucho», ha señalado el presidente, que ha animado a la Cámara de Representantes, donde los demócratas tienen una amplia mayoría, a aprobar cuanto antes el proyecto para poder ratificarlo y hacerlo ley.