Andreu Domingo, subdirector del Centro de Estudios Demográficos de la UAB, indica que el brote migratorio responde a la necesidad antes que al atractivo de España.
El subdirector del Centro de Estudios Demográficos de la Universitat Autònoma de Barcelona (CED-UAB), Andreu Domingo, afirma que el perfil de los extranjeros que llegan España es el de personas de clase media, con estudios y que se ven abocadas a la sobrecualificación, según declaraciones realizadas a Europa Press.
“Hay una creciente discordancia entre la oferta y la demanda, porque cambian los perfiles de los que llegan, ya no son los mismos que antes», ha detallado el experto, para el que la recuperación de la población española (que según el Avance de la Estadística del Padrón Continuo en España a 1 de enero de 2018 se sitúa en 46.698.569 habitantes, un 10,1 por ciento extranjeros) obedece a «la inflexión de la inmigración pero con distintos protagonistas«.
Domingo ha señalado que antes de 2013 las migraciones estaban protagonizadas, en su mayoría, por personas procedentes de América Latina que venían a España en busca de trabajo. Sin embargo, en estos momentos, los extranjeros que llegan a España no es tanto por la atracción sino por necesidad.
A modo de ejemplo, ha hecho alusión al problema de la inseguridad en Centroamérica, que «en los próximos cinco años, no se va a solucionar«, por lo que seguirán llegando a España personas de estos países, sobre todo de clases medias, «que son las que pueden moverse y hacer una inversión» por lo que ha alertado de que esta inmigración «va abocada a la sobrecualificación«.
«Es gente que cuando llegan aquí se les ofrece cuidar ancianos o niños y eso crea una distorsión» ha advertido, al tiempo que ha puesto el foco en Venezuela, a su juicio, «el caso más trágico» donde la salida natural era ir a Estados Unidos aunque ahora con Trump «no está tan claro».
Por todo ello, el subdirector del CED-UAB también ha hecho un llamamiento para «no reincidir en los mismos errores» que en la época anterior a la crisis ya que, a su juicio, «si todo el flujo que se recupera va al sector de la construcción, esperando la próxima burbuja, habrá un problema«.
Por otro lado, el experto ha descartado alcanzar en España los niveles de inmigración a los que se llegó antes de la crisis. «Es difícil augurar si la inflexión que hay llegará a la intensidad del inicio del siglo XXI; eso sería bastante excepcional», ha indicado tras la publicación este martes del Avance de la Estadística del Padrón Continuo en España, publicado este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Según la estadística, España cuenta con 46.698.569 habitantes, de los que 41.979.151 personas tienen nacionalidad española (el 89,9% del total de inscritos) y 4.719.418 son extranjeros (el 10,1 por ciento del total). El incremento de la población en España supone un aumento de 126.437 personas (un 0,3 por ciento) respecto a los datos a 1 de enero de 2017.