El nuevo ministro de Economía de Reino Unido, Jeremy Hunt, ha retirado la mayoría de las medidas del plan de crecimiento de la primera ministra británica, Liz Truss, cuyo anuncio provocó un tremendo revés de los mercados.
En un discurso televisado, Hunt ha anunciado este lunes que anula la rebaja prevista del 20 al 19% de la banda básica del impuesto sobre la renta para reducir el endeudamiento público y calmar a los mercados.
Por su parte, las ayudas para reducir la factura energética para hogares y empresas introducidas este mes, que debían durar dos años, se limitarán hasta el próximo mes de abril.
Hunt, quien asumió el cargo este viernes, es el sucesor de Kwasi Kwarteng, cesado por Truss después de que la presentación de un plan fiscal sin detalles sobre cómo se reduciría la deuda sembrara el caos en los mercados financieros.
Casi todas las medidas fiscales de Truss, descartadas
El nuevo ministro ha descartado casi todas las medidas fiscales anunciadas en el plan de crecimiento de hace tres semanas para ofrecer «confianza y estabilidad».
«Reino Unido tiene perspectivas económicas positivas y aspiramos a un crecimiento basado en la confianza y la estabilidad», ha indicado en su discurso. «El Gobierno hará todo lo posible a pesar de las medidas impopulares que tengamos que adoptar para conseguir este objetivo», ha añadido.
Hunt no ha eliminado únicamente el recorte planificado en la tasa básica del impuesto sobre la renta, sino que también ha descartado el plan original de Rishi Sunak, el exministro de Finanzas que se presentó como candidato para suceder a Boris Johnson y fue vencido por Truss.
La primera ministra prometió reducir los impuestos más que Sunak durante el verano, pero ahora los mantiene más altos de lo que había planeado.
Las nuevas medidas fiscales generarían 32.000 millones de libras (alrededor de 37.000 millones de euros), después de que los economistas estimaran que el Gobierno británico se enfrentaría a un agujero negro de 60.000 millones de libras en las finanzas públicas con los anuncios de los minipresupuestos.
Ayudas para reducir las facturas energéticas hasta abril
El nuevo ministro de Economía también ha afirmado que se fijará el tope en las facturas energéticas de hogares y empresas hasta abril del próximo año -una ayuda que debía durar dos años-, aunque ha señalado que se llevará a cabo una revisión después de ese mes.
«Necesitamos un enfoque para que los consumidores paguen menos y sigamos ayudando a los que más lo necesitan», ha recalcado Hunt. «Vamos a necesitar este nuevo enfoque para promover la eficiencia energética», ha añadido.
Asimismo, Hunt ha precisado que se cancelará el recorte previsto de 1,25 puntos porcentuales del impuesto sobre los dividendos, así como las compras exentas del IVA para los visitantes extranjeros.
El ministro también ha eliminado la congelación previamente anunciada, durante un año a partir del 1 de febrero, de la tasa sobre el alcohol.
Reino Unido «quiere estabilidad»
Tras el discurso del nuevo ministro de Economía, la primera ministra ha asegurado que el Gobierno está trazando un nuevo rumbo para el crecimiento y ha subrayado la necesidad de estabilidad.
«Los británicos quieren estabilidad con razón. Por eso estamos abordando los serios desafíos a los que nos en el empeoramiento de las condiciones económicas», ha señalado Truss. «Hemos tomado medidas para trazar un nuevo rumbo de crecimiento que apoye y cumpla con las necesidades de las personas de todo Reino Unido», ha añadido.
El gobernador del Banco de España pide un pacto de rentas «explícito»
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha abogado por «un pacto de rentas explícito», ya que percibe «algunas señales de agotamiento» en la actual situación, a la que se ha referido como pacto implícito.
Durante su comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso para valorar los PGE para 2023, el gobernador ha insistido en que «sería deseable la firma de un pacto de rentas» que evite la indexación automática de los salarios a la inflación, avisa de que se están firmando cláusulas de salvaguarda salarial que pueden crear efectos de segunda ronda.
Considera que los altos precios de la energía se están trasladando incluso a los productos que marcan la inflación subyacente (sin energía, ni alimentos frescos), que se encarecen más de un 4%, y destaca que «se produce una pérdida de bienestar sí o sí, lo único que hay que ver es cómo se reparte el coste».
Hernández de Cos es partidario de que no solo arrime el hombro el sector privado, empresas y trabajadores, porque los márgenes empresariales son cada vez menores. En su opinión, el sector público también tendría que entrar en el pacto de rentas y propone que «las pensiones mínimas se indicen, pero no el resto».
El gobernador del Banco de España ha aclarado que respeta la decisión del Pacto de Toledo de actualizar las pensiones con el IPC, pero que en el actual entorno de elevada inflación se convierte en un «incremento futuro del gasto público» por lo que habría que tomar «medidas compensatorias por el lado de los ingresos o de los gastos para garantizar la sostenibilidad del sistema».
Consolidación fiscal
La inflación, ha señalado, conlleva a corto plazo una reducción del ratio de déficit y deuda -para el nivel de deuda español, un aumento del deflactor del PIB del 5 % resta 5,6 puntos porcentuales a la ratio de deuda-, pero a medio plazo supone un aumento del gasto vía revalorización de pensiones.
Hay que evitar «un impulso fiscal generalizado» que refuerce las presiones inflacionistas, por lo que, dado el aumento del gasto público derivado de los fondos europeos, cree que «el resto de la política fiscal en nuestro país debería mantener un tono neutral o incluso ligeramente restrictivo».
Este apoyo de la política fiscal debería concentrarse en los hogares de rentas más bajas «que son los que más padecen el incremento de la inflación», al tiempo que ha destacado la necesidad de contar con un plan de consolidación fiscal plurianual.