«El crecimiento en 2019 se proyecta entre el 1 y el 1,5% con importantes riesgos a la baja», augura el el FMI.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) afirma que existe una cierta «incertidumbre» respecto a la aprobación de las reformas que Brasil necesita para consolidar su crecimiento económico.
«La inversión sigue siendo moderada, frenada por una persistente incertidumbre sobre las perspectivas de reformas fiscales y estructurales«, indicó el organismo en un comunicado, que considera «clave» la aprobación de la reforma del sistema de pensiones que propone el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro.
Para el FMI, la economía de Brasil solo se acelerará a partir de 2020, siempre y cuando se apruebe una reforma de pensiones «sólida». Por el momento, la propuesta del Gobierno brasileño se encuentra paralizada en el Congreso Nacional, y los parlamentarios ya empiezan a barajar la opción de una reforma alternativa que no supondría tanto ahorro para los arcas públicas.
De este modo, el organismo financiero lamenta que la recuperación de Brasil sigue siendo «lenta», ya que después de que el Producto Interior Bruto (PIB) cayera casi un 7% durante la recesión de 2015 y 2016, solo creció un 1,1% por año en 2017 y 2018.
«El crecimiento en 2019 se proyecta entre el 1 y el 1,5% con importantes riesgos a la baja«, augura el el FMI.
Además de los problemas internos del gigante iberoamericano por la falta de reformas, el ente financiero destaca como causas el débil crecimiento mundial y la recesión en Argentina, que está frenando las exportaciones de Brasil.
Por otro lado, el organismo pidió al Gobierno brasileño que tome más medidas para cumplir con el techo de gastos y estabilizar la deuda.
Entre ellas figuran reducir los gastos con los salarios públicos, aprobar una ambiciosa reforma tributaria, privatizar empresas estatales y reducir el papel de los bancos públicos.
Por último, el FMI también considera positiva la posible entrada de Brasil en la OCDE, que ve como una oportunidad para fomentar la integración comercial.