El factoring como fuente de financiación para empresas

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Las empresas constantemente requieren liquidez para aumentar su productividad, iniciar estrategias de publicidad, lanzar nuevos productos, expandirse, pagar a proveedores y otras numerosas actividades. Pero es común que esa necesidad ocurra cuando la compañía no puede permitirse pagar al contado toda la cantidad requerida, por lo que necesita obtener financiación externa.

Los métodos de financiación más comunes son los préstamos y créditos bancarios, pero no son la única modalidad existente para obtener el dinero y poner en marcha los planes o sostener la productividad.

Factoring como financiación alternativa

En ocasiones, los líderes de las empresas prefieren buscar fuentes de financiación alternativas a la banca y sus servicios tradicionales, como préstamos, créditos e hipotecas. Una de estas alternativas es el factoring, y su uso se ha popularizado porque es bastante conveniente para ciertos tipos de organizaciones.

Este método, también llamado factoraje, consiste en acordar mediante un contrato el traspaso del servicio de cobros futuros de facturas de los propios clientes, a cambio de obtener el dinero de inmediato, con un importe total menor por la comisión del préstamo.

Cuando se cumple el plazo de las facturas traspasadas, la empresa financiera se encarga de hacer el cobro, tomando como ganancia la diferencia entre la cantidad que entregó a la empresa que contrató sus servicios y el valor completo de la deuda cobrada.

En otras palabras, se trata de un préstamo realizado sobre una cantidad de dinero que terceros le adeudan a la empresa que solicita la financiación, deuda que es cobrada directamente por la entidad financiera cuando llega su fecha de vencimiento.

¿Quiénes pueden aprovechar el factoring?

Cualquier empresa puede contratar este tipo de servicios financieros. Sin embargo, es más frecuente para negocios pequeños o medianos. Las compañías que suelen contratar este tipo de servicios pueden dividirse en 4 categorías:

  1. Empresas que continuamente trabajan con créditos con sus clientes, tanto del sector público como del privado.
  2. Organizaciones que hayan agotado sus líneas de crédito con entidades financieras, o que quieran evitar incrementar sus deudas con los bancos tradicionales.
  3. Compañías cuya dirección considere que la fecha de cobro puede ser incierta y que quieran canalizar el mismo con factoring para evitar probables impagos.
  4. Empresas que necesiten mejorar sus balances con prontitud, sin tener que esperar el vencimiento de los plazos otorgados a sus clientes.

¿Cómo se obtiene esta financiación?

Para que una organización obtenga capital a partir del factoring, debe acudir a una entidad que ofrezca estos servicios. Actualmente, incluso existen entidades financieras que permiten que los trámites se realicen vía online

Esto incluye la obtención de información sobre sus requerimientos y el envío de la documentación necesaria, como las facturas de cobro y similares. Ésta es una gran ventaja porque se evita acudir a una oficina y esperar para ser atendido por el personal.

Para optar por el factoring se debe contactar con la empresa que ofrezca este tipo de servicios, y conocer sus condiciones y requerimientos. Luego, se deben proveer las facturas que serán utilizadas para anticipar el cobro por parte de la entidad.

Por supuesto, la solicitud del factoring deberá ser evaluada por la entidad financiera, que según sus criterios podrá aprobar o rechazar la solicitud. Su análisis se enfoca en la solvencia de los deudores cuyo crédito está siendo ofrecido como pago a futuro, en lugar de la solvencia de quien solicita el dinero directamente.

La respuesta de la aceptación o declinación del servicio se ofrece relativamente rápido, incluso en plazos de un día. Si es aprobada, se debe hacer partícipe al deudor de la cesión de su deuda a la nueva entidad.

Ventajas y desventajas

Entre las principales ventajas se encuentran que no incide en el registro del CIRBE de la empresa, y que puede mejorar su estado económico cuando la entidad financiera asume el riesgo de impago. También tiene la utilidad de servir como fuente de información de los clientes propios, en especial sobre su historial de solvencia, ésta es una información muy útil para la toma de decisiones posteriores.

Con respecto a las desventajas, se pueden mencionar los costes del servicio, que aumentan si el cliente deudor es considerado de alto riesgo, y también varían en función de la modalidad del servicio de factoring. La cantidad de dinero que puede recibirse también dependerá del plazo que exista para el vencimiento de las deudas ofrecidas.

Por último, la cesión de la deuda debe ser reconocida y aceptada por el deudor. La no aceptación de estas condiciones puede ocasionar problemas futuros, como la dificultad para conseguir nuevas financiaciones.