El caso Evergrande: ¿hay riesgo de una gran crisis como en 2008?

Evergrande

La deuda de la empresa inmobiliaria Evergrande supera los USD 300.000 millones, y en muchos círculos temen que se pueda repetir una crisis como la del 2008-2009.

La caída de Evergrande en la Bolsa de Hong Kong alcanzó un 10,63%, y el total de la deuda, que supera los 300.000 millones de dólares,  equivale al 2% del PBI de China. Ante estos datos, se teme que pueda generar una crisis similar a la que desató el derrumbe de Lehman Brothers,  que dio origen a la crisis global del 2008.

Los títulos de la empresa cayeron desde los 2,54 con los que cerró el pasado viernes, hasta los 2,28 dólares hongkoneses. Su peor cotización en más de 11 años. Desde que alcanzó sus máximos históricos en octubre de 2017, la valoración de Evergrande ha caído cayó un 92,77%. Solo en los últimos 12 meses, la baja fue de más del 88%.

El desplome de la inmobiliaria china se produce ante el temor de que la firma quiebre al no poder hacer frente a sus obligaciones financieras.

¿Arrastrará a otros mercados?

Si bien, el tamaño e importancia de Evergrande es relevante, existen diferencias respecto al derrumbe de Lehman Brothers, que sirvió de antesala a la crisis de 2008 y muchos expertos consideran que estas diferencias de contexto y causas de la caída de las compañías tendrán consecuencias diferentes.

“No lo compararía con Lehman Brothers en términos del tipo de empresa y del tipo de situación, en un contexto internacional, casi 15 años mas tarde. Evergrande es una empresa de desarrollo inmobiliario mientras que Lehman Brothers es una empresa financiera que tenía inversiones en productos financieros muy compejos y derivados reestructurados que ni la SEC podía entender prácticamente”, señaló Sebastián Maril, director de Research for Traders al portal Infobae.

“En China hay mucho subsidio, mucha intervención estatal del Gobierno estatal chino y ahí es donde hay que enfocar el análisis. Son dos mundos diferentes, países diferentes, contexto mundiales diferentes, pero lo que se podes comparar es el posible tipo de contagio que pueda llegar a ocurrir a nivel mundial. Para mí, no va a ocurrir, pero el tiempo dirá si estamos o no preparados para enfrentar otro Lehman Brothers”, agregó Maril.

En el caso de la crisis de Lehman Brothers, el gobierno estadounidense compró las hipotecas a través de las empresas Fannie Mae y Freddie Mac. “Los subsidios del lado de los Estados Unidos venían de la compra por parte de las empresas del gobierno, que de esa manera fondeaba a los bancos. Pero una cosa es subsidiar a una empresa en problemas y otra cosa es comprar productos financieros como hacía el gobierno norteamericano para garantizar que los norteamericanos tuviesen acceso a las viviendas. No hay similitud. Lo único puede pasar es que haya contagio mundial, que el tiempo lo dirá”, resumió Maril.

Por su parte Diego Martínez Burzaco, líder de Estrategia de Inviu, reportó al mismo portal que “es importante seguir el tema de cerca. Hacer paralelismo con Lehman Brothers es demasiado prematuro. Se trata de una empresa desarrolladora de las más importantes. Había tomado mucho apalancamiento y esto no era un riesgo en la medida que las propiedades siguieran subiendo de precios”.

“Las propiedades dejaron de subir de precio y ahí empezaron todos los problemas. Como es una compañía sin presencia del Estado quizás haya un efecto adoctrinamiento del Partido Popular respecto a que quiere hacer para darle una mano o no. Obviamente es una cuestión a seguir de cerca por la envergadura de la economía china y su impacto en las economías emergentes”, indicó.

Desde el Grupo Cohen explicaron que “el sistema financiero chino se enfrenta a un desafío no menor, ya que la compañía cuenta con pasivos que superan los USD 300.000 millones y constituye un importante eslabón del sector de la construcción, que podría sufrir daños colaterales ante una eventual quiebra, afectando el crecimiento económico de la segunda economía más grande del mundo”.

“De momento, la salida más probable pareciera ser la toma de control de la compañía por parte del gobierno, junto con el lanzamiento de una reestructuración en sus pasivos”, agregaron.

La deuda de Evergrande

La deuda de Evergrande asciende a 1,97 billones de yuanes (más de USD 300.000 millones), equivalente a aproximadamente el 2% del PBI de China. Al cierre de este lunes, tras los continuos desplomes en Bolsa, su valoración es de apenas 30.200 millones de dólares de Hong Kong (USD 3.877 millones).

De acuerdo a los datos recogidos por Bloomberg, este jueves la firma tendrá que realizar el pago de un cupón de un bono a cinco años de USD 83,5 millones. Hasta finales de año, la firma tiene que afrontar pagos de intereses por valor de USD 669 millones.

Los motivos de la caída

Fundada en los años 90, Evergrande creció de forma exponencial durante el boom inmobiliario chino, en parte gracias a la acumulación de una importante deuda. Su situación se agravó por las restricciones impuestas por China para desapalancar el sector que, por ejemplo, prohíben vender propiedades antes de que estén terminadas, una práctica en la que se basaba el negocio de Evergrande.

El posible rescate del gobierno chino

Evergrande es el segundo mayor desarrollador inmobiliario de China y del mundo: emplea unas 200.000 personas de forma directa y genera más de un millón de puestos de trabajo a través de subcontratistas.

Existen además 1,5 millones de familias que abonaron propiedades, que aún no se han entregado ni finalizado de construir. En su mayoría se trata de personas de ingresos medios-altos, con inmuebles por recibir que en varios casos superan el millón de dólares en valor final.

A principios de esta semana, los reguladores chinos se reunieron con acreedores de Evergrande y confirmaron que la compañía no podrá abonar los intereses previstos para el 21 de septiembre, ante lo cual sus títulos de deuda vieron suspendida su cotización en las ruedas siguientes, luego de caer más de 20% por día