El Banco de Inglaterra decidió ayer, en una reunión de urgencia, bajar el tipo de interés de referencia en 50 puntos básicos como respuesta al coronavirus
El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra, reunido ayer de urgencia para dar respuesta a la crisis provocada por el coronavirus, decidió por unanimidad reducir el tipo de interés de referencia en 50 puntos básicos, hasta el 0,25%, así como adoptar una serie de medidas de apoyo a la economía, incluyendo la eliminación del colchón anticíclico exigido a los bancos y el establecimiento de una línea de liquidez para conceder préstamos a pymes.
«El papel del Banco de Inglaterra es ayudar a las empresas y hogares del Reino Unido a gestionar un ‘shock’ económico que podría ser profundo y prolongado, aunque debería ser de carácter temporal», indicó el instituto emisor británico en un comunicado.
Además del recorte de los tipos de interés, los miembros del Comité votaron unánimemente a favor de la introducción de una nueva línea de crédito dirigida a facilitar los préstamos a pymes y se financiará mediante la emisión de reservas del banco central, que espera que proporcionará unos 100.000 millones de libras (113.840 millones de euros).
Asimismo, los miembros del comité monetario del BoE han votado en bloque a la hora de mantener en 10.000 millones de libras esterlinas (11.243 millones de euros) la emisión de reservas del banco central para financiar la compra de deuda corporativa, así como de continuar con el programa de 435.000 millones de libras esterlinas (489.000 millones de euros) de compra de bonos soberanos.
Por otra parte, el Comité de Política Financiera del BoE ha decidido reducir con efectos inmediatos desde el 1% al 0% el colchón de capital anticíclico exigido a las entidades del Reino Unido, que estaba previsto que alcanzase el 2% en diciembre de 2020, lo que liberará unos 190.000 millones de libras (216.391 millones de euros) a la economía.
El Comité Financiero del Banco de Inglaterra tiene previsto mantener esta ratio del 0% al menos durante un periodo de 12 meses, por lo que ninguna subida tendría efecto al menos antes de marzo de 2022.
«Estas medidas ayudarán a que las empresas y las personas del Reino Unido sigan trabajando y ayudarán a prevenir que una disrupción temporal cause un perjuicio económico a largo plazo «, indicó el banco central.
En este sentido, la entidad aún presidida por Mark Carney ha advertido de que, a pesar de la incertidumbre sobre el impacto del Covid-19 en la economía, probablemente se registrará un debilitamiento «material» de la actividad en Reino Unido en los próximos meses.
Las interrupciones temporales, pero significativas, de las cadenas de suministro y una actividad más débil podrían hacer peligrar los flujos de efectivo y aumentar la demanda de crédito a corto plazo de los hogares y de capital de trabajo por parte de las empresas, ha explicado la institución, que considera probable que estos problemas sean más graves para las pequeñas empresas.
«Este shock económico afectará tanto a la demanda como a la oferta en la economía», ha advertido.
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