El dinero dará un respiro al país que se enfrenta a un abultado déficit fiscal y un fuerte endeudamiento externo.
Ecuador ha alcanzado un acuerdo de financiación por 4.200 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI), según ha informado el presidente del país, Lenín Moreno, en momentos en los que el país se enfrenta a un abultado déficit fiscal y un fuerte endeudamiento externo.
El país también recibirá 6.000 millones de dólares en créditos de instituciones multilaterales como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco de Desarrollo de América Latina CAF, según ha señalado Moreno en un mensaje transmitido por cadena nacional de radio y televisión.
Moreno ha afirmado que los empréstitos fueron obtenidos a una tasa, que en promedio, no supera el 5 por ciento y con plazos de hasta 30 años.
Ecuador retomó los diálogos con el FMI el año pasado tras una década alejado del organismo durante el gobierno del expresidente Rafael Correa, quien cuestionó en fuertes términos al organismo.
«Hemos recuperado la confianza y la credibilidad. Por eso, las más importantes organizaciones mundiales han decidido sumarse al camino que estamos construyendo. Han decidido respaldar el Plan de Prosperidad de nuestro Gobierno. Vamos a recibir más de 10.000 millones de dólares», ha explicado el mandatario.
Los bonos soberanos de Ecuador aumentaron la semana pasada después de que el FMI confirmara que estaba en conversaciones formales con Moreno sobre un posible acuerdo financiero. El acuerdo obtenido con el FMI está sujeto a la aprobación de la junta ejecutiva de la entidad con sede en Washington.
La deuda de Ecuador creció en el Gobierno de Correa. Moreno ganó el apoyo del exmandatario durante la campaña electoral de 2017, pero ha implementado políticas económicas más amigables con el mercado desde que asumió el cargo.
Las autoridades han señalado que las necesidades de financiación para este año alcanzan los 8.000 millones de dólares, por lo que en enero Moreno decidió colocar bonos por unos 1.000 millones de dólares a una tasa del 10,75 por ciento, la más alta desde que Ecuador regresó en 2014 al mercado internacional tras declarar una moratoria en su deuda externa.
Moreno comenzó a implementar un plan de austeridad que incluye despidos de trabajadores en empresas estatales y revisó los subsidios a la gasolina. También planea encontrar un operador privado para la empresa estatal de telecomunicaciones (CNT) y otras del sector eléctrico.
El presidente aseguró que la mayor parte del dinero obtenido de los préstamos sería dedicado a la «inversión social». El escepticismo respecto al FMI es fuerte en Ecuador y en toda América Latina, donde muchos culpan a las políticas de austeridad impuestas por el organismo de las dificultades económicas de las naciones.