El primer ministro italiano, Mario Draghi, ha apostado por que la Unión Europea apruebe un mecanismo obligatorio de cuotas para la acogida y reubicación de migrantes que llegan a las costas europeas, una solución que serviría para gestionar los flujos migratorios.
Draghi ha intervenido en el Senado para pedir la confianza a su Gobierno, lo que ha logrado con el apoyo de todos los partidos políticos, excepto la ultraderechista Hermanos de Italia.
El Ejecutivo del expresidente del Banco Central Europeo (BCE) ha recibido 262 votos a favor, mientras que 40 senadores se han pronunciado en contra y ha habido 2 abstenciones.
Se da por descontado que, con este apoyo casi unánime, también el jueves obtendrá la confianza en la cámara baja.
Durante la sesión, Draghi ha señalado que «la solución a la gestión del fenómeno migratorio pasa por la asunción de plena responsabilidad del tema por parte de las instituciones comunitarias».
El expresidente del BCE ha señalado que todavía existen discrepancias entre los Estados del sur de Europa, como Italia, España, Grecia y Malta, que reciben flujos migratorios, y los del norte y este de Europa, que están preocupados por los llamados movimientos secundarios de estos migrantes que entran en Europa y que después continúan su camino por el continente.
«Italia, con el apoyo de algunos países del Mediterráneo, como España, Grecia, Chipre y Malta, propone como medida concreta de solidaridad para gestionar las fronteras marítimas externas un mecanismo obligatorio de migrantes por cuotas», destacó el Primer Ministro.
Reformas pendientes y fondos europeos
El jefe del Gobierno ha recordado que Italia tiene que superar la crisis económica por el coronavirus, que según muchos organismos no cederá antes de finales de 2022, y aun así no se habrá recuperado por completo de las crisis de 2008 y 2011.
En este sentido, ha adelantado la necesidad de diseñar un plan detallado con reformas y objetivos a los que ayudarán los 209.000 millones de euros que llegarán a Italia del Fondo europeo de Recuperación para invertirlos en las áreas que ya determinó el anterior Ejecutivo: digitalización, transición ecológica, infraestructuras, formación e investigación, igualdad y sanidad.
El economista dijo que Italia necesita una reforma fiscal que imponga cargas tributarias progresivas y luche contra la evasión fiscal, y otra para los mecanismos de protección social, que preserve el empleo y dé coberturas adecuadas a quienes lo pierdan. El regreso de las aulas en condiciones de seguridad será prioritario, así como la preservación del medio ambiente.